La “otra” oposición no sale mal parada con la democracia chucuta (este venezolanismo lo categorizó Pérez Alfonzo). A los firmantes del “Acuerdo para la Transición” la MUD los exime de contarse. ¡Qué manguangua!, diría el Teodoro de otros días. Los beneficiarios, para guardar la forma, exigen primarias pero al final agarrarán su ganga y gozarán del ventajismo que da el chantaje al otro. Llamarlos “colaboracionistas” da rédito. Los guerreros y centauras de la “transición” ya fueron “consensuados” para que, como dicen las paredes de la MUD, dejen la lata. Ellos no juegan a las dos bandas, sino a las que salgan.
El reportero que reseñó la salida “democrática” de la MUD, con su corazón opositor hizo patéticas maromas retóricas y numéricas para maquillar lo impresentable. Se hará primarias solo en 38 circuitos, para escoger 29% de los candidatos. En 12 estados no habrá primarias en ningún circuito. El fablistán acota que eso es más que antes o un porcentaje más o menos aceptable, “explicaciones” que nadie le está pidiendo ni es su papel darlas. Los adecos que asestaron un golpe en 1945 para pedir elecciones libres y el derecho al voto para mujeres y analfabetos, con la MUD vuelven a los días del general Gómez, pero sin generación del 28.
En el estado del candidato cuatriperdedor no habrá primarias. Los golpistas de la “transición” recibirán el beneficio del chévere “consenso” para que permitan que se pruebe la “vía electoral”. Si esta no resulta, entonces tienen luz verde para “la otra vía”. Después de hacerle tamaño fraude a su militancia, la MUD y La Salida se aprestan, una vez derrotadas, a gritar fraude, con el aval anticipado de “Yo, Barack Obama”.
Fuente: ÚN
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