Trincheras de ideas
La acción rápida y contundente de los organismos de inteligencia venezolanos, civiles y militares, preparados como estaban desde hace un tiempo largo, lograron abortar quizás el más terrorífico y criminal intento de golpe de Estado planificado en los laboratorios criminales del gobierno de los Estados Unidos del Norte, de la siniestra agencia central de inteligencia, donde se tenía planificado, entre otras acciones, el bombardeo de la ciudad de Caracas.
EL SUPER TUCANO DE LA EMPRESA DE MERCENARIOS ACADEMI
El Presidente Maduro reveló el 12 de febrero muchos de los detalles que hasta ese momento conformaban el entramado golpista, reveló, por ejemplo, los nombres de los militares de la Fuerza Aérea implicados en el golpe, los apresados y los que se fugaron, los presos que han estado haciendo gravísimas revelaciones y señalamientos que implican de manera directa al Alcalde Mayor, el vámpiro Antonio Ledezma y al diputado y jefe del grupo Primero (in) justicia, Julio Borges, entre otros, como los diseñadores de la estrategia para el bombardeo sobre la ciudad de Caracas en lo que ellos consideraban los puntos neurálgicos. Con el añadido que estos dos criminales fueron los que planificaron el asesinato, en febrero de 2014, de Leopoldo López para achacárselo al gobierno y creer que con eso iban a generar una crisis irreversible en el país y derrocar el gobierno.
La fecha del Plan u Operación Jericó o día D, sería el 12 de febrero, Día de la Juventud en Venezuela conmemorativa de la victoria de las armas patriotas en la batalla de la ciudad de
la Victoria en la lucha contra el imperio español el año 1814. Ese día, como es habitual en cada conmemoración, se celebraría un gran evento conmemorativo con participación de cientos de miles de jóvenes y clausurado por el Presidente Nicolás Maduro. Ese acto de masas sería bombardeado por la metralla y las bombas disparadas desde un avión Super Tucano, matrícula N314TG, comprado por Academi (ex Blackwater) en Virginia, con falsas siglas de las Fuerza Aérea Venezolana y que partiría de una base militar de Colombia. Hay que señalar que esa nave fue la misma que se utilizó para agredir la soberanía de Ecuador y asesinar al segundo jefe de las Farc, Raúl Reyes.
Pero no sólo sería ametrallada la concentración de la juventud y se intentaría asesinar al Presidente Maduro. Ledezma y Borges y los otros cuyos nombres aún no han salido, en plan de estrategas militares, pusieron como objetivos militares a bombardear la sede de Tele Sur donde trabajan más de 300 personas y ubicada en Boleíta Norte, una zona del este de la ciudad densamente poblada. Igualmente sería bombardeada el edificio sede de la Dirección de Inteligencia Militar, cercana a la sede de Tele Sur. Otros objetivos serían el Palacio de Miraflores sede del Gobierno Nacional igualmente ubicado en una zona densamente poblada. La sede del Consejo Nacional Electoral, ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, igualmente sería bombardeada. Su ubicación es donde se encuentra la densamente poblada urbanización El Silencio, la avenida Baralt, la Iglesia de Santa Teresa, la avenida Lecuna, todo en el propio centro de la ciudad de Caracas. ¿Cuántas muertes, heridos y heridas y destrucción de bienes se iban a producir por decisión de Ledezma, Borges y los civiles y militares complotados?
Pero no eran sólo esos sitios, otro objetivo militar sería la sede del Ministerio del Poder Popular de la Defensa, ubicado en el Fuerte Tiuna, es decir, donde está buena parte del armamento pesado de la ciudad: tanques de guerra, carros de asalto, artillería, etc. Pero, además en un área del Fuerte Tiuna viven miles de familias (unas 20 mil) en viviendas construidas por los gobiernos del Comandante Supremo Hugo Chávez y el Presidente Nicolás Maduro para el pueblo.
BOMBARDEO SOBRE CARACAS
El Presidente Nicolás Maduro ha señalado reiteradamente la participación del gobierno de los Estados Unidos y su presidente, Barak Obama en esta siniestra Operación Jericó. ¿Pero cómo se concretaba ese plan de manera orgánica?
La embajada de los Estados Unidos en la ciudad de Bogotá, bajo la dirección del embajador Kevin Whitaker y de su segundo, Benjamin Ziff, fue escogida como centro de operaciones del golpe desde donde salían las órdenes para iniciar las operaciones, la salida del avión Tucano y otras que se quedaron en el tintero. Está, por supuesto, el Comando Sur.
Detengámonos un momento en lo referente a lo del bombardeo a la ciudad de Caracas. Se ha dicho que sería un avión tipo Tucano, artillado que sobrevolaría a Caracas, ¿en verdad era un solo avión? Se sabe, por ejemplo, que de los 17 aviones que los traidores del grupo ‘Gente de Petróleo’ que viven en Colombia adquirió en Texas, Estados Unidos el año pasado, cuando menos 5 ó 6 estaban estacionados en una base militar colombiano de las 7 que tienen los EEUU en Colombia, en condiciones operativas al decir de José Vicente Rangel en varias oportunidades.
Un bombardeo a Caracas no sería una acción aislada. ¿Pero cómo evadirían los radares de las FANB? Con aviones pequeños, avionetas artilladas como las que utilizó el grupo ‘Hermanos al Rescate’ para agredir a Cuba, que volando a baja altura pudiesen evadir que los radares los detectasen. Otra posibilidad, si el grueso de los militares felones y traidores descubiertos, presos, unos, huyendo, otros, eran de la Fuerza Aérea. ¿No tendrían acceso a los aviones de combate de nuestro propio Ejército?
Se ha dicho que los bombardeos eran para darle apoyo a una acción militar en tierra que abarcaría desde las ciudades de Guatire y Guarenas hasta Valencia, eso obliga a preguntar: ¿con qué fuerzas militares o paramilitares contaban para abarcar un territorio tan extenso donde estaban incluidas ciudades como Maracay, plaza de armas de Venezuela?
Si la acción de los bombardeos se iba a centrar en Caracas, debe suponerse que en la ciudad capital se concentraría el mayor número de fuerzas terrestres, ¿pero de dónde saldrían esas fuerzas, serían los grupos paramilitares colombianos infiltrados, las policías de Miranda y de los consejos municipales que controla la derecha, las bandas de Gómez Salet trasladadas a Caracas, todos vestidos de soldados con uniformes del Ejército como lo hicieron los 150 paramilitares colombianos atrapados en la finca Dacktari en el 2004?
¿Cuántos hombres se necesitarían para una acción de guerra de esa envergadura, o sería un acto desesperado tratando de crear un caos en la ciudad capital a través de los bombardeos, acciones de grupos de comandos (lo más probable), preparando las condiciones para una agresión extranjera de gran envergadura, proveniente de Colombia, Perú (acaban de llegar 7 mil marines a su base en esa nación) o Curazao o la Cuarta Flota atacaría Caracas?
LOS ORGANIZADORES YANQUIS Y EXTRANJEROS DEL GOLPE ABORTADO
Será el propio presidente Obama quién trazará la línea de agresión a Venezuela al poner en ejecución contra nuestro país su particular doctrina de defensa ((National Security Strategy), dijo el presidente gringo el 6 de febrero, repotenciando la ley extra territorial e injerencista aprobado por el Congreso norteamericano: “Estamos del lado de los ciudadanos cuyo pleno ejercicio de la democracia está en peligro, como los venezolanos”. Esa declaración fue hecha por los días de la amenazante “torcedura del brazo” con las que nos amenazó si no nos sometíamos como nación a los designios del imperio norteamericano, la más brutal y cínica confesión de intervencionismo en los asuntos de otras naciones y en particular de Venezuela, el país más democrático del continente.
Pero esas declaraciones del señor Obama era la punta de una injerencia abierta en Venezuela, por detrás, ocultamente, clandestinamente el gobierno y el Estado norteamericano preparó con mucho tiempo la Operación Jericó que fue descubierta por el gobierno revolucionario y abortada en su fase del golpe de Estado del 12 de febrero de este año, que de triunfar nos impondría en la presidencia del país, una vez derrocado o asesinado Nicolás Maduro, nada más y nada menos que a la Malinche María Corina Machado o su contendor el vámpiro Antonio Ledezma.
Un organismo del Estado norteamericano llamado Consejo de Seguridad Nacional, dirigido por el ex hondureño Ricardo Zúñiga, era el encargado de supervisar la Operación Jericó. Experto en injerencias, Zúñiga tiene todo un historial delictivo o subversivo, el más reciente se remonta a los años 2009 al 2011 en Cuba donde dirigió la estación de la CIA, dedicándose a reclutar y comprar mercenarios para transformarlos en agentes que fueran a organizar una oposición al gobierno revolucionario con miras a derrocarlo.
Las fachadas “legales” de la Operación Jericó para el financiamiento del personal mercenario participante, los recursos y logística, sale de la “NED (National Endowment for Democracy) y sus dos tentáculos de derecha, el International Republican Institute (IRI) y de “izquierda”, el National Democratic Institute (NDI); la Freedom House y el International Center for Non-Profit Law”. Thierry Meyssan, Falla el golpe de Obama en Venezuela.
Durante las llamadas guarimbas que por unos 4 meses del pasado año se mantuvieron en las zonas de la clase media alta y media de Caracas, Valencia, San Cristóbal, Mérida, grupos paramilitares perfectamente sincronizados, actuaron brutalmente contra la población quedando el triste saldo de 43 venezolanos muertos, más de 800 heridos, mutilados, discapacitados y pérdidas de bienes de la nación y privados por más de 20 mil millones de dólares y 10 mil árboles talados para convertirlos en hogueras. ¿Quién dirigía desde el exterior esos grupos?
Meyssan los señala. “La acción militar estaba bajo la supervisión del general Thomas W. Geary, desde la sede del SouthCom en Miami, y de Rebecca Chávez, desde el Pentágono. Como subcontratista de la parte militar del golpe aparecen el ejército privado Academi (ex Blackwater); una firma actualmente administrada por el almirante Bobby R. Inman (ex jefe de la NSA) y John Ashcroft (ex secretario de Justicia de la administración Bush)”.
ALEMANIA, INGLATERRA, ESPAÑA, ISRAEL, COLOMBIA, CANADÁ,
PAÍSES INVOLUCRADOS EN EL DEBELADO GOLPE DE ESTADO
Países tradicionalmente aliados de los Estados Unidos del Norte tuvieron –y tienen– participación en la Operación Jericó o intervienen de alguna u otra manera en los asuntos internos venezolanos. Todos conocimos cómo Alemania a través de su embajada en Caracas “alerto” a sus nacionales a prepararse ante inminentes acontecimientos y desórdenes sociales en el país. Según Thierry Meyssan, Alemania estaba “a cargo de la protección de los ciudadanos de los países de la OTAN durante el golpe”. Canadá, que ha tenido una activa y permanente injerencia en los asuntos venezolanos, le asignaron los gestores del golpe, la tarea de ejercer el control del aeropuerto internacional civil de Metropolitano, sin embargo Diosdado Cabello denunció a una alta funcionaria de la embajada canadiense en Caracas, espiando de manera bastante notoria y descarada el aeropuerto internacional de Valencia, reunirse con los golpistas. A Israel le correspondía realizar los trabajos sucios, “encargado de garantizar los asesinatos de varias personalidades chavistas”, según el mismo Meyssan. Por su parte a Inglaterra le correspondía todo lo referente la propaganda de los golpistas. A la propia embajada norteamericana en Venezuela le correspondía otorgarle salvoconductos o visas a los militares golpistas, como revelaron los mismos oficiales presos y contactar de manera directa a sus subordinados venezolanos comprometidos en el golpe.
Señala Meyssan que el gobierno norteamericano también “moviliza sus redes políticas para que reconozcan a los golpistas si triunfasen: en Washington, el senador Marco Rubio; en Chile, el ex presidente Sebastián Piñera; en Colombia, los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana; en México, los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox; en España, el ex presidente del gobierno José María Aznar”, más todo el aparataje mediático burgués de España, el partido popular y el gobierno de Aznar mismo. La participación de los mencionados ex presidentes en el proceso del golpe fue particularmente notoria en su irrespetuosa visita a Caracas recientemente para provocar el gobierno con sus insolencias e injerencias en nuestros asuntos internos como el querer ir a la fuerza a visitar en la cárcel de Ramo Verde al monstruo y asesino Leopoldo López, y al participar en el coloquio “Poder ciudadano y Democracia hoy” organizado por la golpista María Corina Machado el 26 de enero.
Como ya se ha dicho la guerra económica implementada por los sectores empresariales de Fedecamaras, Venamchan y otras entidades de poderosos recursos económicos, es factor fundamental dentro del golpe continuado, pero en el caso de la Operación Jericó se le añaden e intensifican escases de rubros vitales por estar acaparados, el intento de sabotajes y desórdenes en las colas para las compras de comida, el frustrado intento de asaltar supermercados del Estado y privados y la posterior confiscación de redes de automercados como Día a Día cuyos propietarios estaban comprometidos hasta el fondo en la conspiración para tumbar el gobierno socialista.
La parte “civil” del golpe se desglosaba en varios aspectos. En primer lugar hacerle llegar a la traidora a la Patria y asesina intelectual del fiscal de la dignidad Danilo Anderson, Patricia Poleo, el video donde supuestamente aparecían varios oficiales superiores, activos y retirados, con un “mensaje a la nación” anunciando que habían tomado el poder para restaurar el orden en el país. Igualmente los militares golpistas anunciarían que suscribían el plan de transición, publicado en la mañana del 12 de febrero de 2015 en el diario El Nazional y redactado por el Departamento de Estado estadounidense. El plan incluía la formación de un nuevo gobierno, encabezado por la ex diputada María Corina Machado o por Antonio Ledezma. Ese video era la señal para que se iniciaran los bombardeos sobre Caracas y se movilizaran las bandas armadas de choque integradas por paracos colombianos y mercenarios criollos, fundamentalmente. (28/02/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)
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