A la mayoría republicana, pero en especial a su sector, ala o tendencia más radical y derechista, que tiene sus aliados en los demócratas extremistas, no les gustó nadita la Cumbre de las Américas; eran mejores antes, cuando los Bush. Ahora tienen en sus manos uno de sus resultados, como es la demanda del presidente Obama de sacar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, esconden terroristas buscados y ayudan a financiar tales acciones en el mundo.
Si por ellos fuera, nunca levantarían sus brazos para eliminarla. Corren los 45 días que dice la ley para que el Congreso decida. Por si no lo recuerdan, ambas cámaras las dominan los republicanos. Castigo al gobierno de Obama, que eso es un decir que Obama es el que gobierna. El centro de poder nunca ha estado en la Casa Blanca. El general Eisenhower lo dijo muy claro cuando, comenzando la década de los cincuenta, abandonaba la Presidencia: declaró que era el conglomerado financiero militar el que realmente gobernaba en EEUU.
Debieron soportar el discurso de Raúl Castro, ablandado en sus párrafos finales, como si fuera un mensaje a quienes debían hablar después, del sector progresista -como se les comienza a llamar- y atenuaran los suyos, de suerte que no resultara acorralado el anfitrión. Eran 33 jefes de Estado y de Gobierno. De todas maneras Obama prefirió retirarse, como no lo hizo nunca antes un presidente. Era al menos una descortesía.
Sin embargo parece que lo más insoportable para ese sector derechista de los republicanos y demócratas es que, cancelado como parecía que se entrevistara con el venezolano Maduro, corrió por la sala de la plenaria que ambos mandatarios se reunirían. Y, en efecto, Obama lo había decidido después de escuchar a sus asesores. Parece que en otra de las equivocaciones de esa administración respecto a Venezuela, alguien creyó que Elías Jaua era el canciller y le dijeron que el presidente Obama recibiría a Maduro. Seguidamente asumió el caso la canciller Delcy Rodríguez, y localizaron el sitio y se dio la reunión.
Fue breve, concreta y de mutuo respeto. ¿Qué pudieron decirse que no lo hubiesen hecho antes en términos duros? Para eso está la diplomacia. Maduro debió reiterar el rol que juega la embajada contra su gobierno, virtualmente, un centro de conspiración. ¿Hubo acuerdos? Se supone, por ejemplo, que buscan llenar el vacío de la falta de embajadores o de altos funcionarios para el contacto. ¿A quien podría escoger Obama? ¿A Ben Rhodes, a Roberta Jacobson o al emisario Thomas Shannon, a pesar de haber regresado con las manos vacías?
No es que las diferencias quedaran resueltas ni que Obama prometiera revocar el decreto ejecutivo del 9 de marzo, conocido mundialmente, pero muy a pesar de la extrema derecha partidista con evidente influencia en el Congreso, hubo pasos de acercamiento que mejorarán las relaciones. Relaciones que seguirán siendo tensas, sensibles a las presiones extremas y a las provocaciones de la ultraderecha.
Agresiones españolas
Primero fueron los tres diarios más importantes de España: El País (izquierda) El Mundo (centro) y ABC (derecha), que unificaron sus políticas editoriales en una sola dirección: Chávez, Venezuela, Maduro. Se hizo imposible explicarles a estudiantes que alguna vez hubo tres diarios que acordaron una línea editorial única. Todos opinaban lo mismo, siempre con agresiones, con mentira, manipulación de la verdad y ocultación de todo lo positivo que se realiza en Venezuela.
Después se sumaron otros medios, las redes sociales, los de Barcelona. Era imposible para un español o un catalán tener una idea de Venezuela y de sus gobiernos distinta de lo que leía, veía en la tele o escuchaba en la radio. Todo reforzado por el bipartidismo del PP y del Psoe.
Muchas de esas opiniones eran expresadas por funcionarios de los más diversos niveles, contabilizados por un equipo de la Cancillería, pero un día llegaron a lo más alto, con la declaración del Congreso.
Era el momento de echarle un parao. Las instrucciones se las giró el Presidente a la Canciller y esta semana conoceremos las medidas.
Investigar la corrupción
A propósito de la decisión de la MUD de abrir una investigación sobre la corrupción en el Gobierno, es oportuno recordar que solo en dos ocasiones hubo ministros que no se calaron las perversas acusaciones y fueron a los tribunales, donde sentenciaron a favor de ellos y obligaron a los responsables a retractarse públicamente en los medios correspondientes. Como ese anunció lo hizo la MUD hace 15 días, vamos a darle un plazo hasta el 15 de mayo. Ese día les pediremos resultados.
Equivocaciones
Al margen de la reunión de los presidentes Obama y Maduro se desarrolló otra muy breve y directa cuando la canciller Rodríguez le planteó críticamente a uno de los asesores de Obama, responsable de la formación de políticas con Venezuela, que debieron informarse mejor, que sus errores les hicieron perder las perspectivas, e hicieron al Presidente equivocarse con la firma de ese decreto. En estas o en circunstancias parecidas, suficiente para separarlo del cargo.
La televisión
“La televisión, ¿muestra lo que ocurre?
En nuestros países la televisión muestra lo que ella quiere que ocurra y nada ocurre si la televisión no lo muestra.
La televisión, esa última luz que te salva de la soledad y de la noche, es la realidad Porque la vida es un espectáculo: a los que se portan bien, el sistema les promete un cómodo asiento”.
(De El libro de los abrazos, de Eduardo Galeano)
Ese no es solo el retrato de la TV. Léanlo bien y comparen.
Fuente: ÚN
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