Eduardo Battistini: la revolución de acabó

En los últimos días hemos visto como el gobierno nacional preso de su propia desgracia como consecuencia de haber perdido el apoyo popular en más de 80 % según revelan las últimas encuestas ha tomado la decisión de huir hacia adelante y arreciar con la represión y la persecución política. Nicolás Maduro ordenó que se desate una ola de persecuciones políticas para perseguir, encarcelar e inhabilitar a los principales dirigentes de la oposición nacional, usando como excusa la novela repetida y desgastada del golpe de estado.

Antonio Ledezma alcalde legítimamente electo por todos los caraqueños ha sido la nueva víctima de la tragicomedia revolucionaria de Maduro, ha sido ilegalmente detenido por los cuerpos de seguridad del estado y privado de su libertad ignorando no solo su presunción de inocencia y su legítimo derecho a la defensa, sino su legitimidad de haber sido electo por más de 700 mil caraqueños que lo convertimos con nuestro voto en alcalde metropolitano. Hoy se encuentra en Ramo Verde enfrentando una justicia politizada y que es dirigida a control remoto desde Miraflores. Pero esto no queda solo acá, han puesto en la mira también al Diputado Julio Borges y nuevamente a la diputada María Corina Machado para probablemente también ser “ejecutados judicialmente” por este gobierno que insisto, en su laberinto ha tomado la decisión de ir contra todos.

¿Qué pretende Nicolás Maduro con toda esta persecución? Sin duda persigue la intención de desmoralizar a la dirigencia opositora para que nos atemoricemos y dejemos de decir claramente a nuestro pueblo la verdad de lo que sucede a diario en Venezuela y que tiene como único responsable a su gobierno y su modelo fracasado. Pero además persigue también arrebatarle la esperanza a nuestro pueblo de que es posible conquistar el cambio político que catapulte a nuestra Venezuela hacia el progreso, para desmovilizarlo y así evitar que vote masivamente en las parlamentarias para evitar así la derrota monumental e histórica que les espera a los revolucionarios.

Ante esto tenemos como venezolanos que estar claros en cual debe ser el camino, como ha dicho Henrique Capriles , que no se confunda la paciencia con ser pendejo o tener miedo, la mayoría de nuestro pueblo está decidido a cambiar, pero pacífica y democráticamente, y nos toca a nosotros conducirlos por ese camino, el gobierno está desesperado en que nosotros caigamos en el terreno de la violencia, sería el mejor favor que le pudiésemos hacer a este gobierno saliente, nosotros debemos mantenernos firmes en la ruta electoral que tenemos cerca que es la de la Asamblea Nacional que será la llave que nos permitirá después de ganar la mayoría en ella abrir las puertas al cambio político.

Esta revolución se acabó, el cambio es indetenible, lo que estamos viviendo son los últimos esfuerzos por hacer lo que sea para mantenerse en el poder sin importarles haber perdido el apoyo popular, sigamos firmes organizándonos y por la vía constitucional para que el único golpe que sea noticia en Venezuela sea el de la avalancha de venezolanos y venezolanas en las urnas electorales impregnando de democracia el nacimiento de la nueva Venezuela.

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