La primera maniobra fue calificar a Ramo Verde de prisión atroz. El guión dispone que Guantánamo, con sus torturas que causan la indignación mundial, debe parecer un jardín de infancia delante de Ramo Verde. No importa que Leo cuente en esa prisión atroz con teléfono, computador y demás yerbas, que se dedique a leer y hacer ejercicio para tonificar sus bícep y tríceps y que, ¡qué agrave violación a los DD. HH!, se tire unas partidas de dominó espeluznantes, donde dicho sea de paso, siempre le ahorcan la cochina.
Tan grave ha sido el confinamiento del lechuguino de marras que hasta chance de dar entrevista internacionales ha tenido, vía su carnal maltratador de mujeres Fernando del Rincón y su programa Conclucobas, por CNN.
La otra causa risa o llanto según se vea: informó el petimetre de Carlos Vecchio, que el abogado de Nelson Mandela, el canadiense Irwin Cotler, defenderá Leo. Con la creatividad propia que tiene cualquier abogado que ande pelando, el tribuno lo defenderá de las graves imputaciones de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio. No contaban por supuesto con el desmentido enérgico de varios periodistas que se apresuraron a aclarar que dicho señor nada tiene que ver con Mandela, que es de comprobada filiación sionista y que de abogado de derechos humanos tiene lo que tiene María Corina Machado de formación política.
Lo más bueno de esa rueda de molino con la cual quieren ponernos a comulgar es que en el supuesto negado que el canadiense hubiera sido abogado del expresidente sudafricano realmente no se ganó sus honorarios profesionales: Mandela estuvo preso 27 años y suponemos que el atildado Leo no quiera calarse tan larga condena.
Pero en lo que no hay desperdicio es en esta otra acción: Se anunció por todos lados y ya se enteró Raimundo y todo el mundo que van a llevar al cine la vida de Leopoldo López, pretendido “activista” por los derechos humanos que purga condena injusta por parte del rrrrégimen opresor que lo puso a pagá cana. La iniciativa corresponde a un grupo de frailes franciscanos llamado “Centro de Estudios Analíticos de Latinoamérica” (Casla), instituto asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa que tiene sede en Praga. Ni más ni menos que otra ONG que recibe dólares verdes en rama para echar varilla a diestra y siniestra con revoluciones de colores, cartón piedra, cartulina bristol, aserrín y papel lustrillo.
Y para que nos ubiquemos, entre los directores que se barajan para el documental figuran la estadounidense Pamela Yates y Paco de Onis, autores de filmes como “Granito: How to Nail a Dictator” o “Estado de Miedo: La verdad sobre el Terrorismo”, El proyecto será presentado en el Festival de Cine de Berlín y ganará premios y elogios “de la crítica”.
De tal manera que pronto arribarán a nuestro país los mechúos “creativos” que elaborarán el guión del filme. Con caja de Marlboro en ristre, su cola de caballo, franela negra para disimular panzas prematuras y un violín que no terminamos de soportar los indígenas latinoamericanos, los realizadores comenzarán a fabricar una historia que sacara las lágrimas a cualquier vieja cacatúa mayamera, conmoverá a los paviperros que hacen guarimba desde internet, arrancará suspiros a cualquier sifrinita operada y servirá de ejemplo para todo vago sin oficio que viva pegao a la tele o internet haciéndose pajas manuales o mentales.
Fabricarán una historia humilde a un ricachón opulento; inventarán linajes libertarios; crearán sacrificios extraordinarios en quien nunca tuvo que trabajar para vivir; redactarán frases brillantes en quien es analfabeto funcional y esconderán con un alud de fábulas y mentiras que Leopoldo López tiene muy bien ganado su puesto en la historia de la corrupción de este país, por ser el primer sifrino a quien su señora madre regaló un jugoso cheque de PDVSA para que fundara Primero Justicia para jugar al liderazgo político.
Un juguetico para un enfant terrible, niño de mamá y papá que bien caro nos ha costado a los venezolanos. Sin paja que la vaina es de película.
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