Trincheras de Ideas
La vulgar gestualidad de Ramos Allup y de Radonski,
retrato en negativo depersonalidades distorsionadas
A escasos días de la circunstancial victoria de la derecha fascista –sostuvieron su votación de las presidenciales de 2013 con un ligero repunte de 5,13%, una pírrica diferencia de apenas 70.403–, por la incorrecta e impolítica decisión de casi dos millones de chavistas que se abstuvieron y con ello le permitieron una indebida e inmerecida victoria a sus enemigos históricos.
Pero bueno, ya eso ocurrió y estamos en presencia, querámoslo o no, de un nuevo cuadro político donde los bolivarianos, chavistas y socialistas somos minoría en una instancia tan importante como lo es la Asamblea Nacional. Desde el punto de vista numérico la fracción parlamentaria del Psuv/Gpp es la que más diputados tiene, una cifra de 51 aguerridos parlamentarios. Le sigue el grupo ultraderechista de primero (in) justicia, luego ad, v(i)p, unt. La sumatoria de la derecha nos duplica y le agrega diez diputados más, sin incluir los emancipados diputados indígenas que por puro agradecimiento al Comandante Chávez se cuadraron con la derecha. Cosas de la vida, Allup desprecia la CRBV, pero en esa Constitución por primera vez se reivindica al universo indígena venezolano, visibiliza 800 compatriotas, pero la mayoría de la masa indígena elige a diputados que irán contra las conquistas alcanzadas.
Después del proceso y que se supo que el socialismo alcanzó 55 diputados, la extrema derecha 109 y los indígenas 3, los que sin más se les sumaron al fascismo, la mud abrió el teatrino del ridículo y se desató la ansiedad, las ambiciones, los odios, el ‘venimos por la revancha’, comenzando por actuar como si hubiesen ganado la presidencia de la República y no la mayoría de la Asamblea Nacional. En sólo 5 días de transcurridas las elecciones a la Revolución no le queda un hueso sano. Todo el andamiaje jurídico fue amenazado por Fedecámaras, Consecomercio, Fedenaga, es decir, el mundillo empresarial apátrida y conspirador, secularmente atado al capital trasnacional yanqui, fue el primero en vomitar su programa “exigiendo” al nuevo parlamento la derogatoria, primeramente, en abierto desafío a la clase obrera y trabajadora, de la Ley Orgánica del Trabajo, una de las más grandes conquistas de los trabajadores y promulgada por el Comandante Supremo Hugo Chávez. Para que no hubiesen dudas la representante de Consecomercio aseveró que esa ley no era para defender al trabajador.
Toda la estructura de la oligarburguesía se puso en tensión para la revancha contra el pueblo que se ha beneficiado de la redistribución de la riqueza. Un millón de viviendas construidas, trescientas mil de la vivienda secundaria también entregadas al pueblo; tres millones doscientos cincuenta milpensiones a los adultos mayores; dos millones de estudiantes universitarios, cuatro millones entre computadoras y tablet… Es decir una fabulosa y astronómica suma de millones de bolívares que han sido justicia y pago de una bicentenaria deuda social que esa burguesía dejó insensiblemente acumular durante su mandato desde 1830 hasta 1998 haciéndonos el pueblo más pobre y depauperado del país más rico del Continente Americano.
Esa burguesía parásita tiene casi diecisiete años sin ponerle la mano al erario público, a la renta petrolera. Creen que ha llegado su momento para volver a la bucanería y el entreguismo de las riquezas nacionales a la oligarquía norteamericana. Así ha sido en todas las épocas en que gobernaron directamente o a través de los partidos de la oligarquía política. Por eso, como aquel 12 de abril de 2002, en pleno desarrollo del golpe de Estado, se desbocaron, como ahora, a decir cuanto habían hecho en la conspiración. Hablaron los militares felones, los periodistas tarifados, las televisoras, radios, periódicos impresos que sustituyeron los partidos. Por eso se desbocan y dicen todo lo que piensan hacer a través de sus marionetas diputados de la charca en la AN. Es decir, están cobrando los dineros invertidos
Pero si bien los momios del fedecamarismo engarrotado están alborotados y con orgásmicos anhelos de “recuperar” los 17 años perdidos de aquella gigantesca masa de dinero que se repartió o redistribuyó entre el perraje, los monos, desdentados, negros, mulatos y zambos. Salieron, como era de esperar, buena parte de la vieja generación política jurásica, dixi Ramos Allup o Mandinga Torrealba, y la nueva generación político/oligarca o generación de relevo de la burguesía representada por CaprilesRadonski, el asesino Leopoldo López, su mujercita la Tintori, la Malinche Corina Machado. Todos están en el festín del triunfo y hablando hasta por los codos, pero destacan tres entre el montón de bocones que vienen a derrocar a Maduro y a la Revolución: Ramos Allup, Mandinga Torrealba y Capriles.
Algo que ha llamado poderosamente la atención en estos personajes es nivel de bajeza gestual de Allup y Radonski, la vulgaridad que los deja muy mal parados. Groseros de la peor realea, utilizan los medios comunicacionales, la televisión, la prensa escrita para mostrar ese nuevo estilo político caracterizado por gestos chocantes, totalmente obcenos. Capriles en unas declaraciones alentaba a una masa allí presente a coger por detrás a los chavistas e hizo repetidamente el gesto escatológico de cómo debía hacerse, subía las dos manos y las bajaba en clara alusión al acto sexual. En muchas actividades electorales hizo otras actitudes gestuales de corte vulgar e incluso homosexual sin mayor recato. Es decir, esa gestualidad grosera es un lugar común entre los sectores opositores derechistas pero en esta etapa se incrementa su uso por los dirigentes políticos.Pero se debe destacar que Capriles no es un dirigente político de rango menor, ha sido dos veces candidato a la presidencia de la República. ¿Se imagina alguien cómo este personaje tan vulgar, bajo y chabacano como presidente de Venezuela? ¡Dios nos agarre confesados!
Otro ejemplo de vulgaridad, chabacanería gestual es Ramos Allup, además de la de bocón. Este septuagenario presenta en su conducta evidentes rasgos de senilidad, de chochera, ciertos desvaríos psicológicos, pero además da muestras de inmensa maldad, sin referirnos a su pensamiento político decimonónico que le ha valido el honroso título de dinosaurio, rey del parque jurásico de la derecha venezolana. Tremendamente atorrante, un día le dice “mariposos”, “lechuguinos” a sus aliados amarillos que dirige Borges, otros casi los besa. Este personaje es todo un caso. Heredero de los restos del otrora poderosa partido acción democrática, al que contribuyó a destruir en 1998 cuando siquitrillaron al caudillo Alfaro Ucero y se prosternó él junto a toda la dirección adeca ante el oligarca Frijolito I, Salas Römer, que supuestamente iba a evitar el triunfo de Chávez en las elecciones de aquel año. Después éste los pateó y dio una patada por el trasero.
Esta semana Ramos no ha dejado de hablar, parece un radio Motorola. Ataca al gobierno, a la Revolución, al chavismo, es uno de los que más piedras tira, incluso sus compañeros de comparsa derechista le sacan el cuerpo porque es extremadamente imprudente, el ataque a Capriles lo evidencia. Por ejemplo cuando amenazócon botar a todo el mundo en la Asamblea Nacional, en particular a los directivos del Canal ANTV y llamar vagos a los trabajadores de la AN. Igual hizo con los trabajadores de la radio de la AN, al punto que Borges, que está ansiosamente detrás de la presidencia de la Asamblea. Bueno el bocazas Allup le dio pie al Gobierno para traspasar la televisora y la emisora en una Cooperativa a sus trabajadores. ¡Por bocón diputado majunche!
El otro caso es el de ese espécimen que mientan Mandinga Torrealba. El mismo que todas las mañanas se toma un trago de cicuta para entonarse para las diatribas y canalladas del día, declaraciones miserables como las dadas a un medio argentino donde, sin recato, sin medir la barbaridad que estaba diciendo, tuvo el tupé de declarar que iban a sacar los restos inmortales del Comandante Supremo Hugo Chávez Fríasdel santuario donde reposa y es cuidado por su pueblo. Se dice inclusomar –eso no me consta– que amenazó con lanzar sus restos al mar. Tamaña burrada y tan vil provocación es increíble en alguien que está al frente de una alianza de partidos. ¿De qué no es capaz este personaje que sacó del juego político/electoral a la Malinche Machado? Después, como es habitual en los voceros de la derecha, se desdijo y trató de negar lo que había dicho. Una burrada más que le dio armas a Maduro para blindar el sagrado lugar del Cuartel de la Montaña, creó una Fundación que la manejará el pueblo soberano por lo menos por 200 años.
Estas son unas pequeñas muestras del cambio político que se está dando. Esas agresiones de la burguesía al pueblo y de su oligarquía política fortalecen el chavismo que se cohesiona, une y prepara para las batallas que vienen. (13/12/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (revistacaracola.com.ve)
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La defensa de la postura. Expresión del deseo pensante y del sólido argumento. En esta contienda política el chavismo y la oposición esgrimen sus razones. Evalúe usted. Contexto polarizado
martes, 15 de diciembre de 2015
jueves, 10 de diciembre de 2015
Susana Martínez: Perdiendo también se gana
Después de leer y escuchar opiniones de diferentes factores, sobre lo acontecido el 6D, podemos sacar varias conclusiones. Admito, que fue un duro, inmerecido, resultado. Aunque suene fuerte: nada sorprendente.
Sin lugar a dudas, el descontento se convirtió en derrota. Dichos resultados, causó polémicas reacciones. Por una parte, se llamó traidor al chavista que votó por el cambio y sus derivados; esa reacción es normal, después de todo lo que ha hecho la revolución en estos años. De alguna forma, la gente votó contra los beneficios que le dio el gobierno y a favor de los que se lo van a quitar. Suena paradójico ¿no?
Uno se podría preguntar: ¿Quién traicionó a quién?, ¿El que se benefició con las bondades de la revolución? o ¿El que con un poder (funcionario) hizo caso omiso para resolver los problemas? Es muy cómodo, llamar de traidor sólo a una parte de la historia.
Por otro lado, la oposición se aprovechó de las debilidades y usó sus mejores armas: la desinformación y la manipulación. (Ya estamos acostumbrados). Hizo su mandado imperial: hacer chillar la economía. Y, esto le salió perfecto, porque no recibió una respuesta contundente.
Por esta razón, cabe preguntarse: ¿Quién ganó y quien perdió? La respuesta es obvia, ganó la ineptitud, el retroceso. Perdió aquel pueblo, que aún apuesta por este proceso, que votó con la esperanza de que algún día (no muy lejano), pueda encontrar la solución a sus problemas. Por cierto, es el mismo que hace colas, que pide a gritos, que no haya más impunidad, el que tiene muchas preguntas y pocas respuestas.
Por esta razón, como dicen por ahí: a veces perdiendo también se gana. Se perdió, pero se ganó la experiencia de no seguir cometiendo los mismos errores. Si con esta derrota no aprendemos, la próxima será crucial. Bien, lo ilustra la frase de Ernesto che Guevara: “No se vive celebrando victorias, sino superando derrotas”.
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Sin lugar a dudas, el descontento se convirtió en derrota. Dichos resultados, causó polémicas reacciones. Por una parte, se llamó traidor al chavista que votó por el cambio y sus derivados; esa reacción es normal, después de todo lo que ha hecho la revolución en estos años. De alguna forma, la gente votó contra los beneficios que le dio el gobierno y a favor de los que se lo van a quitar. Suena paradójico ¿no?
Uno se podría preguntar: ¿Quién traicionó a quién?, ¿El que se benefició con las bondades de la revolución? o ¿El que con un poder (funcionario) hizo caso omiso para resolver los problemas? Es muy cómodo, llamar de traidor sólo a una parte de la historia.
Por otro lado, la oposición se aprovechó de las debilidades y usó sus mejores armas: la desinformación y la manipulación. (Ya estamos acostumbrados). Hizo su mandado imperial: hacer chillar la economía. Y, esto le salió perfecto, porque no recibió una respuesta contundente.
Por esta razón, cabe preguntarse: ¿Quién ganó y quien perdió? La respuesta es obvia, ganó la ineptitud, el retroceso. Perdió aquel pueblo, que aún apuesta por este proceso, que votó con la esperanza de que algún día (no muy lejano), pueda encontrar la solución a sus problemas. Por cierto, es el mismo que hace colas, que pide a gritos, que no haya más impunidad, el que tiene muchas preguntas y pocas respuestas.
Por esta razón, como dicen por ahí: a veces perdiendo también se gana. Se perdió, pero se ganó la experiencia de no seguir cometiendo los mismos errores. Si con esta derrota no aprendemos, la próxima será crucial. Bien, lo ilustra la frase de Ernesto che Guevara: “No se vive celebrando victorias, sino superando derrotas”.
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miércoles, 18 de noviembre de 2015
Sergio Rodríguez Gelfenstein: ¿Fin del ciclo neoliberal en los países capitalistas desarrollados
La semana pasada hablamos de lo que se ha dado en llamar el “fin del ciclo progresista” con el objetivo de dar a conocer mi punto de vista sobre el debate que se ha generado en los medios sobre ese tema. Al respecto quisiera recomendar un extraordinario artículo, -que comparto en su totalidad- escrito por el analista político y periodista panameño Nils Castro, publicado el 14 de octubre pasado en el periódico Página 12 de Argentina, bajo el título “El fenómeno cíclico no se agotó”.
Es un tema abierto que no se extinguirá con las elecciones presidenciales argentinas del 22 de noviembre ni las parlamentarias venezolanas del 6 de diciembre. Tampoco se agotará nunca el acoso imperial a todo aquel que inicie un camino soberano, independientemente que no toque las estructuras del sistema ni con el “pétalo de una rosa”, porque no es eso de lo que estamos hablando, como lo señala Atilio Borón en un reciente artículo, al referirse a las particularidades de los comicios en Argentina.
Pero, oculta tras esa discusión subyace la otra, la que podría llamarse “el fin del ciclo neoliberal en los países capitalistas desarrollados”. Hasta la década de los 70 del siglo pasado, América Latina marchaba a la zaga de los acontecimientos políticos mundiales. Los movimientos políticos de finales del siglo XVII, del XIX y la mayor parte del XX en la región, respondieron muchas veces a eventos que se desarrollaban fuera de nuestras fronteras. Así, tuvimos el influjo de la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa, la derrota de Napoleón Bonaparte en 1815, la revolución de Rafael Riego en España en 1820, todas estas, acciones que influyeron de manera sustancial en el curso de las guerras de Independencia. Posterior a ello, la atadura a Gran Bretaña y a continuación a Estados Unidos, hicieron que nuestro acontecer político estuviera permanentemente signado por los avatares que procuraban las decisiones de política exterior e incluso de la política interna de estas potencias, en particular en los ámbitos económico y militar.
Durante el siglo XX, esta situación tuvo relevante particularidad antes, durante y después de las dos guerras mundiales. Al finalizar la segunda de ellas, en 1945, el mundo bipolar y la guerra fría “amarró” indisolublemente a los gobiernos de la región (salvo contadas excepciones) a los designios de Estados Unidos y el capital transnacional. La confrontación con el sistema socialista desató la más feroz persecución a los luchadores democráticos y revolucionarios, la represión fue institucionalizada mientras los ejércitos latinoamericanos hacían el trabajo sucio, después de su consabido adoctrinamiento en la Escuela de las Américas y otros centros de “estudio”, en los que entre otras cosas, aprendían a perfeccionar los métodos de tortura.
En la década de los 70 del siglo pasado, ya se había puesto fin hacía rato a la política del “Buen Vecino” que Estados Unidos implementó para ganarse el apoyo latinoamericano en su participación en la guerra mundial. La guerra fría estaba en pleno apogeo, y salvo la revolución boliviana de 1952, el intento inacabado de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954 y los gobiernos de Getulio Vargas en Brasil y Juan Domingo Perón en Argentina, que fueron expresión de un sentimiento nacionalista y democrático que irrumpió en la región, la polarización global, que tuvo poco después su mayor expresión cuando la Revolución Cubana declaró su carácter socialista eran expresión de la fisonomía de una época, que además vio como caían las dictaduras de Perú, Colombia y Venezuela.
Parecía que había un ascenso democrático en la región y una crisis en el control estadounidense de la misma. La respuesta fue brutal, esa década de los años 70 fue testigo del enseñoramiento de las dictaduras más sanguinarias de la historia que pudieron entronizarse bajo el paraguas protector de Estados Unidos. Sin la existencia legal de partidos políticos, ni sindicatos, con la prensa libre acallada, y los parlamentos cerrados, fue fácil imponer modelos neoliberales que permitieron incrementar los niveles de exclusión social, generando ganancias extraordinarias para las empresas transnacionales y las oligarquías locales. Sin embargo, Europa marchaba a contrapelo. En esos mismos años 70, caían una a una las dictaduras fascistas de España, Portugal y Grecia. La democracia florecía en el Viejo Continente. Mientras tanto, una cantidad no menor de líderes políticos latinoamericanos, social demócratas fundamentalmente, vivieron su exilio en Europa, donde fueron aleccionados y comprados por estos demócratas de nuevo cuño que se preparaban para instaurar modelos neoliberales en sus países, a la usanza de lo que las dictaduras hacían en América Latina. Para los social cristianos no fue necesario vivir ese proceso, porque la gran mayoría de ellos fueron cómplices y partícipes de las dictaduras y absorbieron de manera directa, bajo financiamiento de sus gobiernos militares las enseñanzas malignas de la Escuela de Chicago.
Ahora, Europa era la que comenzaba a marchar detrás de América Latina. Después de los desastrosos años 80, llamada “década perdida” por los economistas, el modelo neoliberal comenzó a entrar en crisis y con ello las dictaduras que los sostenían. Paradójicamente, bajo la influencia de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, Europa asumía el neoliberalismo, comenzando la destrucción de los “Estado de bienestar” que había construido al finalizar la guerra.
Pero, el nuevo siglo comenzó a producir cambios más profundos en nuestra región desde la llegada al gobierno del Comandante Hugo Chávez, una nueva camada de líderes comenzaron a desmontar la estructura todavía vigente que sostenía los modelos neoliberales. Sin que ello, significara una transformación profunda de la economía y la sociedad, la respuesta imperial no se hizo esperar. Ahora, por primera vez en la historia, era América Latina la que sentaba las pautas de la política a nivel global. Mientras ello ocurría, Europa se solazaba con sus modelos neoliberales que restringían cada vez más las libertades democráticas y los derechos de los trabajadores.
Quince años después, cuando se habla del “fin del ciclo progresista”, en algunas potencias capitalistas, sus pueblos comienzan a “alebrestarse” y producir ciertos hechos que cuando menos llaman la atención. En septiembre de este año, en Australia, el primer ministro Tony Abbott fue destituido al perder la confianza en el seno de su partido tras “las numerosas encuestas que mostraban, en los últimos meses, una notable pérdida de confianza entre la opinión pública australiana”. Aunque, su sucesor en el cargo, Malcolm Turnbull, es un correligionario de su Partido Liberal, el mismo ha manifestado ideas mucho más avanzadas respecto de participación y derechos de mujeres y homosexuales, cambio climático, protección de la niñez e incluso ha sido partidario de establecer el sistema republicano en su país, que es miembro del Commonwealth británico y por tanto súbdito de su monarquía. Australia ha sido un leal aliado de Estados Unidos en la mayor parte de sus aventuras militares. El nuevo primer ministro ha designado por primera vez en la historia a una mujer como ministra de defensa.
En Canadá, el partido Conservador del ex primer ministro Stephen Harper sufrió una aplastante derrota a favor del partido Liberal y su líder Justin Trudeau en las elecciones del 19 de octubre en lo que el analista Thomas Walkom, del diario Toronto Star consideró “un repudio a Harper y a su estilo de gobierno”. Según Walkom, “al elegir a los liberales de Trudeau, los votantes estaban diciendo basta a tanta mezquindad en la política”.
La derrota de Harper, uno de los más importantes socios de Estados Unidos en sus acciones militares en diferentes regiones del planeta es considerada por el periodista argentino-canadiense Alberto Rabilotta como el “repudio a una década de políticas neoliberales que terminaron por arrasar lo que quedaba del Estado de bienestar, un importante referente de la sociedad y la identidad de los canadienses, así como el rechazo a una política exterior derechista, adosada a la OTAN y contraria,(…) a la tradición de más de medio siglo de la política exterior canadiense basada en la búsqueda de soluciones políticas y diplomáticas a los conflictos armados”.
En ese ámbito, el 24 de septiembre el nuevo líder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn, obtuvo una sonora victoria que lo encumbró a la máxima dirección de su partido, sustentada en una plataforma considerada “de izquierda sin compromisos”. El triunfo de Corbyn con un 59,5% y una inusual participación de 76% es, en primer lugar una profunda derrota para Tony Blair y sus huestes que hizo que el partido Laborista se pareciera tanto al Conservador que sus diferencias tan disimiles eran difíciles de detectar por los electores. En estas condiciones, la opinión pública británica comienza a conjeturar una eventual derrota de los conservadores en las próximas elecciones.
Corbyn se define como pacifista y republicano. Ha participado en diferentes campañas contra la guerra y de solidaridad con Palestina. Tuvo un activo papel en el intento de juzgar al dictador chileno Augusto Pinochet cuando fue detenido en Londres. La sola victoria de Corbyn en las elecciones internas del partido laborista significo que miles de ciudadanos solicitaran su ingreso a ese partido, esperanzados en un cambio de orientación a su política neoliberal.
Otro tanto, ha ocurrido con la sorpresiva campaña electoral del senador Bernie Sanders en las internas del Partido Demócrata que lo ha colocado en segundo lugar detrás de la candidata del presidente Obama, Hillary Clinton. Sanders, se considera un político social demócrata, lo cual es mucho decir en Estados Unidos. En la lógica de ese país, sus propuestas reflejan ideas avanzadas respecto de temas como la protección del medio ambiente y el cambio climático, el derecho a la educación y la salud, la desigualdad de los ingresos, el financiamiento y los gastos de las campañas electorales, su negativa a la disminución de los impuestos para los ricos propuesto por el presidente Bush, las libertades civiles y la crítica a la ley Patriota y el derecho a la privacidad de los ciudadanos.
Algunos analistas han afirmado, que independientemente de lo que pudiera ocurrir con Corbyn y Sanders, su discurso ha obligado a sus opositores a moderarse en algunas propuestas que han vertido con sentido retrógrado, dado el inusitado apoyo que han obtenido en importantes sectores de la ciudadanía.
Finalmente, en Portugal, una alianza de los partidos Socialista, Comunista y el Bloque de Izquierda llevaron a la caída del gobierno de derecha en ese país ibérico. La nueva coalición sustentó su acuerdo en el logro de consensos respecto del fin de los recortes impuestos por la troika conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y la vuelta al escenario económico de 2011, cuando el gobierno de la derecha aprobó importantes recortes en las pensiones y los salarios. Algunos de los puntos acordados para formar gobierno son el aumento de las pensiones, el complemento de las rentas mínimas para jubilados, el fin de los recortes a los salarios de los funcionarios públicos y la reposición de un 25% por cada trimestre de 2016, la elevación del salario mínimo, al reposición de cuatro feriados (dos laicos y dos religiosos) que habían sido suprimidos, el establecimiento de una jornada laboral de 35 horas semanales, reformas a la legislación laboral para beneficiar a los trabajadores, progresividad de los impuestos y deducción por hijos, reducción de la sobre tasa al impuesto a la renta, bajada del IVA y un impuesto a las herencias superiores al millón de euros, supresión de tasas de seguridad social a los que ganan menos, reforma de las tasas por servicios de salud, rebaja de la tarifa eléctrica aplicando una tarifa social a 500 mil familias de bajos recursos y anulación de las privatizaciones que estaban en marcha y fin de ellas a futuro. Todas medidas, de claro corte anti neoliberal.
Entonces, si estamos hablando de fin de ciclo, ¿a cual nos referimos? ¿no será más bien que no hemos sistematizado aquello que el presidente Correa llama el cambio de época y nos quedamos sin categorías para estudiar lo que está ocurriendo? Pero, más allá del debate académico, que no tuviera mayor importancia, si no estuviera en juego la vida de millones de ciudadanos, lo relevante es que no existen ciclos. La sociedad y la economía se rigen por leyes científicas que sin embargo, suelen ser manipuladas por oscuros intereses mediáticos de minorías. Mientras un “fin de ciclo” se presenta como terminal y catastrófico, el “otro” se oculta, se minimiza y se hace desaparecer. Así, se construyen falsos referentes en el cerebro de los ciudadanos, que los inducen a actuaciones políticas y sobre todo electorales acorde a la información que han recibido. Además, dicen que eso se llama democracia y “libertad de prensa”.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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Es un tema abierto que no se extinguirá con las elecciones presidenciales argentinas del 22 de noviembre ni las parlamentarias venezolanas del 6 de diciembre. Tampoco se agotará nunca el acoso imperial a todo aquel que inicie un camino soberano, independientemente que no toque las estructuras del sistema ni con el “pétalo de una rosa”, porque no es eso de lo que estamos hablando, como lo señala Atilio Borón en un reciente artículo, al referirse a las particularidades de los comicios en Argentina.
Pero, oculta tras esa discusión subyace la otra, la que podría llamarse “el fin del ciclo neoliberal en los países capitalistas desarrollados”. Hasta la década de los 70 del siglo pasado, América Latina marchaba a la zaga de los acontecimientos políticos mundiales. Los movimientos políticos de finales del siglo XVII, del XIX y la mayor parte del XX en la región, respondieron muchas veces a eventos que se desarrollaban fuera de nuestras fronteras. Así, tuvimos el influjo de la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa, la derrota de Napoleón Bonaparte en 1815, la revolución de Rafael Riego en España en 1820, todas estas, acciones que influyeron de manera sustancial en el curso de las guerras de Independencia. Posterior a ello, la atadura a Gran Bretaña y a continuación a Estados Unidos, hicieron que nuestro acontecer político estuviera permanentemente signado por los avatares que procuraban las decisiones de política exterior e incluso de la política interna de estas potencias, en particular en los ámbitos económico y militar.
Durante el siglo XX, esta situación tuvo relevante particularidad antes, durante y después de las dos guerras mundiales. Al finalizar la segunda de ellas, en 1945, el mundo bipolar y la guerra fría “amarró” indisolublemente a los gobiernos de la región (salvo contadas excepciones) a los designios de Estados Unidos y el capital transnacional. La confrontación con el sistema socialista desató la más feroz persecución a los luchadores democráticos y revolucionarios, la represión fue institucionalizada mientras los ejércitos latinoamericanos hacían el trabajo sucio, después de su consabido adoctrinamiento en la Escuela de las Américas y otros centros de “estudio”, en los que entre otras cosas, aprendían a perfeccionar los métodos de tortura.
En la década de los 70 del siglo pasado, ya se había puesto fin hacía rato a la política del “Buen Vecino” que Estados Unidos implementó para ganarse el apoyo latinoamericano en su participación en la guerra mundial. La guerra fría estaba en pleno apogeo, y salvo la revolución boliviana de 1952, el intento inacabado de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954 y los gobiernos de Getulio Vargas en Brasil y Juan Domingo Perón en Argentina, que fueron expresión de un sentimiento nacionalista y democrático que irrumpió en la región, la polarización global, que tuvo poco después su mayor expresión cuando la Revolución Cubana declaró su carácter socialista eran expresión de la fisonomía de una época, que además vio como caían las dictaduras de Perú, Colombia y Venezuela.
Parecía que había un ascenso democrático en la región y una crisis en el control estadounidense de la misma. La respuesta fue brutal, esa década de los años 70 fue testigo del enseñoramiento de las dictaduras más sanguinarias de la historia que pudieron entronizarse bajo el paraguas protector de Estados Unidos. Sin la existencia legal de partidos políticos, ni sindicatos, con la prensa libre acallada, y los parlamentos cerrados, fue fácil imponer modelos neoliberales que permitieron incrementar los niveles de exclusión social, generando ganancias extraordinarias para las empresas transnacionales y las oligarquías locales. Sin embargo, Europa marchaba a contrapelo. En esos mismos años 70, caían una a una las dictaduras fascistas de España, Portugal y Grecia. La democracia florecía en el Viejo Continente. Mientras tanto, una cantidad no menor de líderes políticos latinoamericanos, social demócratas fundamentalmente, vivieron su exilio en Europa, donde fueron aleccionados y comprados por estos demócratas de nuevo cuño que se preparaban para instaurar modelos neoliberales en sus países, a la usanza de lo que las dictaduras hacían en América Latina. Para los social cristianos no fue necesario vivir ese proceso, porque la gran mayoría de ellos fueron cómplices y partícipes de las dictaduras y absorbieron de manera directa, bajo financiamiento de sus gobiernos militares las enseñanzas malignas de la Escuela de Chicago.
Ahora, Europa era la que comenzaba a marchar detrás de América Latina. Después de los desastrosos años 80, llamada “década perdida” por los economistas, el modelo neoliberal comenzó a entrar en crisis y con ello las dictaduras que los sostenían. Paradójicamente, bajo la influencia de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, Europa asumía el neoliberalismo, comenzando la destrucción de los “Estado de bienestar” que había construido al finalizar la guerra.
Pero, el nuevo siglo comenzó a producir cambios más profundos en nuestra región desde la llegada al gobierno del Comandante Hugo Chávez, una nueva camada de líderes comenzaron a desmontar la estructura todavía vigente que sostenía los modelos neoliberales. Sin que ello, significara una transformación profunda de la economía y la sociedad, la respuesta imperial no se hizo esperar. Ahora, por primera vez en la historia, era América Latina la que sentaba las pautas de la política a nivel global. Mientras ello ocurría, Europa se solazaba con sus modelos neoliberales que restringían cada vez más las libertades democráticas y los derechos de los trabajadores.
Quince años después, cuando se habla del “fin del ciclo progresista”, en algunas potencias capitalistas, sus pueblos comienzan a “alebrestarse” y producir ciertos hechos que cuando menos llaman la atención. En septiembre de este año, en Australia, el primer ministro Tony Abbott fue destituido al perder la confianza en el seno de su partido tras “las numerosas encuestas que mostraban, en los últimos meses, una notable pérdida de confianza entre la opinión pública australiana”. Aunque, su sucesor en el cargo, Malcolm Turnbull, es un correligionario de su Partido Liberal, el mismo ha manifestado ideas mucho más avanzadas respecto de participación y derechos de mujeres y homosexuales, cambio climático, protección de la niñez e incluso ha sido partidario de establecer el sistema republicano en su país, que es miembro del Commonwealth británico y por tanto súbdito de su monarquía. Australia ha sido un leal aliado de Estados Unidos en la mayor parte de sus aventuras militares. El nuevo primer ministro ha designado por primera vez en la historia a una mujer como ministra de defensa.
En Canadá, el partido Conservador del ex primer ministro Stephen Harper sufrió una aplastante derrota a favor del partido Liberal y su líder Justin Trudeau en las elecciones del 19 de octubre en lo que el analista Thomas Walkom, del diario Toronto Star consideró “un repudio a Harper y a su estilo de gobierno”. Según Walkom, “al elegir a los liberales de Trudeau, los votantes estaban diciendo basta a tanta mezquindad en la política”.
La derrota de Harper, uno de los más importantes socios de Estados Unidos en sus acciones militares en diferentes regiones del planeta es considerada por el periodista argentino-canadiense Alberto Rabilotta como el “repudio a una década de políticas neoliberales que terminaron por arrasar lo que quedaba del Estado de bienestar, un importante referente de la sociedad y la identidad de los canadienses, así como el rechazo a una política exterior derechista, adosada a la OTAN y contraria,(…) a la tradición de más de medio siglo de la política exterior canadiense basada en la búsqueda de soluciones políticas y diplomáticas a los conflictos armados”.
En ese ámbito, el 24 de septiembre el nuevo líder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn, obtuvo una sonora victoria que lo encumbró a la máxima dirección de su partido, sustentada en una plataforma considerada “de izquierda sin compromisos”. El triunfo de Corbyn con un 59,5% y una inusual participación de 76% es, en primer lugar una profunda derrota para Tony Blair y sus huestes que hizo que el partido Laborista se pareciera tanto al Conservador que sus diferencias tan disimiles eran difíciles de detectar por los electores. En estas condiciones, la opinión pública británica comienza a conjeturar una eventual derrota de los conservadores en las próximas elecciones.
Corbyn se define como pacifista y republicano. Ha participado en diferentes campañas contra la guerra y de solidaridad con Palestina. Tuvo un activo papel en el intento de juzgar al dictador chileno Augusto Pinochet cuando fue detenido en Londres. La sola victoria de Corbyn en las elecciones internas del partido laborista significo que miles de ciudadanos solicitaran su ingreso a ese partido, esperanzados en un cambio de orientación a su política neoliberal.
Otro tanto, ha ocurrido con la sorpresiva campaña electoral del senador Bernie Sanders en las internas del Partido Demócrata que lo ha colocado en segundo lugar detrás de la candidata del presidente Obama, Hillary Clinton. Sanders, se considera un político social demócrata, lo cual es mucho decir en Estados Unidos. En la lógica de ese país, sus propuestas reflejan ideas avanzadas respecto de temas como la protección del medio ambiente y el cambio climático, el derecho a la educación y la salud, la desigualdad de los ingresos, el financiamiento y los gastos de las campañas electorales, su negativa a la disminución de los impuestos para los ricos propuesto por el presidente Bush, las libertades civiles y la crítica a la ley Patriota y el derecho a la privacidad de los ciudadanos.
Algunos analistas han afirmado, que independientemente de lo que pudiera ocurrir con Corbyn y Sanders, su discurso ha obligado a sus opositores a moderarse en algunas propuestas que han vertido con sentido retrógrado, dado el inusitado apoyo que han obtenido en importantes sectores de la ciudadanía.
Finalmente, en Portugal, una alianza de los partidos Socialista, Comunista y el Bloque de Izquierda llevaron a la caída del gobierno de derecha en ese país ibérico. La nueva coalición sustentó su acuerdo en el logro de consensos respecto del fin de los recortes impuestos por la troika conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y la vuelta al escenario económico de 2011, cuando el gobierno de la derecha aprobó importantes recortes en las pensiones y los salarios. Algunos de los puntos acordados para formar gobierno son el aumento de las pensiones, el complemento de las rentas mínimas para jubilados, el fin de los recortes a los salarios de los funcionarios públicos y la reposición de un 25% por cada trimestre de 2016, la elevación del salario mínimo, al reposición de cuatro feriados (dos laicos y dos religiosos) que habían sido suprimidos, el establecimiento de una jornada laboral de 35 horas semanales, reformas a la legislación laboral para beneficiar a los trabajadores, progresividad de los impuestos y deducción por hijos, reducción de la sobre tasa al impuesto a la renta, bajada del IVA y un impuesto a las herencias superiores al millón de euros, supresión de tasas de seguridad social a los que ganan menos, reforma de las tasas por servicios de salud, rebaja de la tarifa eléctrica aplicando una tarifa social a 500 mil familias de bajos recursos y anulación de las privatizaciones que estaban en marcha y fin de ellas a futuro. Todas medidas, de claro corte anti neoliberal.
Entonces, si estamos hablando de fin de ciclo, ¿a cual nos referimos? ¿no será más bien que no hemos sistematizado aquello que el presidente Correa llama el cambio de época y nos quedamos sin categorías para estudiar lo que está ocurriendo? Pero, más allá del debate académico, que no tuviera mayor importancia, si no estuviera en juego la vida de millones de ciudadanos, lo relevante es que no existen ciclos. La sociedad y la economía se rigen por leyes científicas que sin embargo, suelen ser manipuladas por oscuros intereses mediáticos de minorías. Mientras un “fin de ciclo” se presenta como terminal y catastrófico, el “otro” se oculta, se minimiza y se hace desaparecer. Así, se construyen falsos referentes en el cerebro de los ciudadanos, que los inducen a actuaciones políticas y sobre todo electorales acorde a la información que han recibido. Además, dicen que eso se llama democracia y “libertad de prensa”.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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domingo, 15 de noviembre de 2015
Susana Martínez: Votar como sea, pero no por quien sea
Que broma cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, y que teníamos el sartén por el mango... entonces las gallinas se alborotaron. El cuento lo podríamos resumir una y otra vez, pero no es tan fácil. Porque, vivimos en el país de las maravillas., donde todos los días pasa algo novedoso. No nos asombramos si la reciente campaña electoral, esté llena de acontecimientos nefastos: saboteo de luz, difamaciones y muchísimas cosas más. Todo puede pasar.
La oposición por su lado, predica que Venezuela necesita un cambio, pero observo a Ramos Allup y juro que no entiendo el chiste. Para los incrédulos, ese cambio vendrá: con los anaqueles llenos de comidas, con combos de libertad, guarimbas y lo que no puede faltar, la ración: Maduro renuncia. Así, de esta forma “hermano chavista”, usted que está cansado de hacer colas, en enero verá una luz, a menos que María se la apague.
Por un momento, tenemos que reflexionar, si llegasen a ganar las parlamentarias. ¿Por qué no? Eso es parte de una elección: se gana o se pierde. Pero, perder significaría un total retroceso. Porque, tendríamos una oposición siendo mayoría, oponiéndose a todo lo que huela a revolución. Aunque dé un poco de escalofrío, imaginemos por un momento (no más) : Ramos Allup como presidente de la asamblea, el matemático Julio Borges y la experta en petróleo Delsa Solórzano, ambos como vicepresidentes. Quizás, vociferando: “con mis gallinas bachaqueras no te metas” en el hemiciclo de la Asamblea Nacional. La verdad, que no es nada fácil, tal aberración.
Por lo cual, hoy más que nunca, no podemos confundir votar con botar (aunque tengamos gana). En fin, esta elección se debe votar como sea, pero no por quien sea.
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La oposición por su lado, predica que Venezuela necesita un cambio, pero observo a Ramos Allup y juro que no entiendo el chiste. Para los incrédulos, ese cambio vendrá: con los anaqueles llenos de comidas, con combos de libertad, guarimbas y lo que no puede faltar, la ración: Maduro renuncia. Así, de esta forma “hermano chavista”, usted que está cansado de hacer colas, en enero verá una luz, a menos que María se la apague.
Por un momento, tenemos que reflexionar, si llegasen a ganar las parlamentarias. ¿Por qué no? Eso es parte de una elección: se gana o se pierde. Pero, perder significaría un total retroceso. Porque, tendríamos una oposición siendo mayoría, oponiéndose a todo lo que huela a revolución. Aunque dé un poco de escalofrío, imaginemos por un momento (no más) : Ramos Allup como presidente de la asamblea, el matemático Julio Borges y la experta en petróleo Delsa Solórzano, ambos como vicepresidentes. Quizás, vociferando: “con mis gallinas bachaqueras no te metas” en el hemiciclo de la Asamblea Nacional. La verdad, que no es nada fácil, tal aberración.
Por lo cual, hoy más que nunca, no podemos confundir votar con botar (aunque tengamos gana). En fin, esta elección se debe votar como sea, pero no por quien sea.
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martes, 10 de noviembre de 2015
Sergio Rodríguez Gelfenstein: ¿Fin de ciclo? I
Durante los últimos meses hemos sido testigos de un denodado esfuerzo de un grupo importante de estudiosos, investigadores, académicos y analistas para aportar a favor o en contra de la idea de lo que se ha dado en llamar “el fin de ciclo de los gobiernos progresistas” o la “restauración conservadora” como la ha denominado el presidente Rafael Correa. Interesantes debates se han producido al respecto. Me da la impresión que la mayoría de las opiniones responden a una reacción defensiva mientras se obvia otro debate necesario y paralelo referido a lo que podríamos llamar “el fin del ciclo neoliberal al exterior de América Latina”. Esta semana hablaremos del primer proceso y dejaremos el segundo para la próxima.
Para comenzar, quisiera exponer algunas reflexiones sobre la imagen que trasunta detrás del concepto de “gobiernos progresistas”. Para mí no es clara. La idea de progreso proviene del avance ideológico que supuso la superación del feudalismo y el adelanto que en el mismo ámbito condujo al Renacimiento y a la aceptación de la racionalidad moderna como superación del paradigma que aceptaba que el conocimiento provenía de la idea teológica del espíritu. Todo ello sirvió de base para que el paradigma del progreso fuera usado como soporte del capitalismo en sus fases de desarrollo más acelerado, en particular durante las revoluciones industriales que se asociaron a esa idea. En esa medida, el concepto “progreso” se vinculó a los “éxitos” que el capitalismo generaba y que se visualizaban como una evolución dialéctica en relación al sistema feudal.
La irrupción de la revolución rusa al entrar el siglo XX, conjeturó un nuevo debate acerca de la imagen del progreso. La posibilidad real de que el capitalismo fuera negado por el socialismo no fue aceptada como progreso sino como regresión. Las ideas socialistas eran presentadas a través de las mass media como sinónimo de conservadurismo. En esa medida, la “verdadera” revolución no se produjo en 1917 sino en 1989, teniendo como símbolo la caída del Muro de Berlín y la posterior desaparición de la Unión Soviética y con ello el fin de la guerra fría y el mundo bipolar. Por ejemplo, a fines del siglo XX, se llegó a decir que la Revolución Cubana era expresión de “ideas retrógradas, anquilosadas y conservadoras” que no tienen sustento en el mundo que se vivía. Con ello se anticipaba la caída de Cuba y su apropiación por el imperio estadounidense.
El triunfo electoral de Hugo Chávez en 1998 y su asunción de la presidencia de Venezuela a comienzos del año siguiente inauguró una época que con el devenir de los años y las victorias en las urnas de otros líderes de la región condujeron a lo que, -a mi juicio erróneamente- se han dado en llamar “gobiernos progresistas”. En mi opinión, éste es un término tan ambiguo que “sirve para todo y no sirve para nada”.
Veamos algunos ejemplos. El lema de uno de los gobiernos más profundamente neoliberales que ha tenido América Latina, el del chileno Ricardo Lagos, quien apoyó el golpe de Estado contra el Comandante Chávez en abril de 2002 era “Progreso con igualdad”. Estos gobiernos de la Concertación, incluyendo el de la Presidenta Bachelet, sostenedores de un modelo neoliberal, con democracia restringida a las veleidades de la Constitución pinochetista, también han sido considerados como progresistas.
En el mismo contexto, el 10 de marzo de 2012 el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso visitó Venezuela para dar una conferencia por invitación el Banco Banesco. En dicho evento, afirmó “un país puede cambiar y entrar en una senda del progreso, no importa lo difícil con que se presenten las circunstancias presentes”.
En estos dos casos, pareciera, que la sola oposición a la derecha fascista bastara para ser catalogado como progresista, sin importar su soporte del modelo neoliberal y su subordinación a Estados Unidos.
Hoy, son dirigentes de Partidos Progresistas en América Latina, el neoliberal encubierto Mauricio Macri de Argentina, su amigo, el ambiguo Marco Enriquez-Ominami de Chile que juega a arañar votos de la izquierda y la derecha, con discursos acordes en cada caso, a fin de llegar al gobierno, el renegado Henry Falcón en Venezuela con un discurso conciliador que ambiciona integrar a los indeterminados, engañando por igual a unos y otros, y el todavía alcalde de Bogotá Gustavo Petro contra quien se volcaron todos los poderes visibles y fácticos pata impedir una gestión sana en la capital colombiana. ¿Es posible colocar en este marco tan turbio de “progresismo” a los gobiernos de América Latina y el Caribe cuya distinción es haber intentado una redistribución más justa del ingreso y ostentar una condición anti neoliberal, anti hegemónica y de defensa de la soberanía?, Lo han logrado en mayor o menor medida, han avanzado en dimensión superlativa, aquellos que han establecido mecanismos más profundos de participación y de construcción de poder popular.
En otro ámbito, se les exige a estos gobiernos, logros que son imposibles de obtener en los marcos en los que se ha desarrollado su gestión. Me da la impresión que en algunos sectores existe alguna confusión terminológica y al suponer que estas administraciones encarnan gobiernos revolucionarios en el marco de la guerra fría. A veces, estamos aprisionados por términos propios del mundo bipolar que no tienen cabida en el desarrollo de la política actual. En ese sentido, no es dable que un gobierno “revolucionario” se juegue su estabilidad y continuidad en elecciones en el marco estrecho de la democracia representativa y de un sistema económico mundial que sigue siendo capitalista. Los conceptos de izquierda y derecha no bastan para construir una correlación de fuerzas que se oponga a la hegemonía imperial, a la imposición de gobiernos neoliberales, a la incorporación de millones de excluidos que han estado invisibilizados hasta hoy y a la imperiosa necesidad de salvar el mundo de la voracidad del capital que lo devasta y que destruye el medio ambiente. En esta lógica, nadie puede afirmar si Putin es de derecha o de izquierda, si lo es el gobierno de Irán o el de Siria, todos en primera línea de enfrentamiento a la expansión imperial. En otro ámbito, nadie podrá poner en duda que Raúl Castro sigue siendo un militante de izquierda y un inveterado líder revolucionario, después que Cuba, tras una larga y heroica lucha, logró establecer relaciones con Estados Unidos y pugnar por la normalización de sus vínculos con la potencia imperial. Es evidente que los cánones de análisis del pasado, no nos sirven ahora para enarbolar las mismas banderas justas de independencia, soberanía y libertad que ondearon en momentos pretéritos.
Dialécticamente, las revoluciones son un paso adelante que niega un pasado de ignominia. Si ellas, se llegaran a desarrollar por ciclos no podrían caracterizarse en tal concepto. La idea estratégica del cambio revolucionario, la lucha por la independencia y la libertad no se juegan en elecciones por muy democráticas que estas sean, porque en el trasfondo, las elecciones son expresión de un sistema restringido que mide la política sólo en términos cuantitativos, Además, en la realidad de la América Latina de hoy, este propio sistema de democracia representativa ha sido mutilado cuando el papel de los partidos políticos lo han asumidos los medios de comunicación que representan intereses oscuros de poderes fácticos que no son elegidos por la sociedad.
¿Invalida esto, lo que se ha avanzado en el presente siglo? No, al contrario. La obtención del poder político por estos gobiernos ha creado condiciones para avanzar en el proceso de organización popular, de formación política y de toma de conciencia. Es indudable que los pueblos están hoy en mejor condición que al comenzar este siglo, para luchar por sus derechos. No es el progreso, lo que puede medir la característica fundamental de estos gobiernos, ni vivimos fin de ciclo alguno. Lo que hay son elecciones en las que cada cierto tiempo hay que medir las fuerzas. Hay retrocesos y avances, pero no se puede confundir sujeto político con sujeto electoral y el sujeto de la transformación de la sociedad es el político.
La correlación de fuerzas (que es un concepto mucho más amplio y completo) que el de medición cuantitativa en elecciones, ha avanzado positivamente, a favor de los pueblos, incluso si se llegaran a perder algunas elecciones en determinados países. Así, el proceso iniciado por el comandante Hugo Chávez en 1998, no tendrá retroceso. Las elecciones y la obtención de la victoria de las fuerzas populares en ellas, permiten colocar a grandes sectores de la sociedad en mejores condiciones para emprender la lucha por su liberación, pero no es la liberación en sí misma. La lucha política y la lucha electoral deben ir de la mano, pero sin dejar de entender que lo electoral es coyuntural, mientras que lo político es permanente.
Saber distinguir al enemigo principal, construir una correlación de fuerzas que lo aísle y debilite, establecer las más amplias alianzas bajo la hegemonía de los trabajadores y el pueblo son el ABC de la política que hay que poner en práctica en todo momento, incluyendo cuando se miden las fuerzas en los eventos electorales. Somos parte de una generación que tiene como responsabilidad salvar el planeta y avanzar en la construcción de una sociedad más justa y una vida mejor para las mayorías. Eso no depende de ciclos ni se puede hacer bajo la falsa bandera del progreso, que solo sirve para encubrir ideas ambiguas y engañosas.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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Para comenzar, quisiera exponer algunas reflexiones sobre la imagen que trasunta detrás del concepto de “gobiernos progresistas”. Para mí no es clara. La idea de progreso proviene del avance ideológico que supuso la superación del feudalismo y el adelanto que en el mismo ámbito condujo al Renacimiento y a la aceptación de la racionalidad moderna como superación del paradigma que aceptaba que el conocimiento provenía de la idea teológica del espíritu. Todo ello sirvió de base para que el paradigma del progreso fuera usado como soporte del capitalismo en sus fases de desarrollo más acelerado, en particular durante las revoluciones industriales que se asociaron a esa idea. En esa medida, el concepto “progreso” se vinculó a los “éxitos” que el capitalismo generaba y que se visualizaban como una evolución dialéctica en relación al sistema feudal.
La irrupción de la revolución rusa al entrar el siglo XX, conjeturó un nuevo debate acerca de la imagen del progreso. La posibilidad real de que el capitalismo fuera negado por el socialismo no fue aceptada como progreso sino como regresión. Las ideas socialistas eran presentadas a través de las mass media como sinónimo de conservadurismo. En esa medida, la “verdadera” revolución no se produjo en 1917 sino en 1989, teniendo como símbolo la caída del Muro de Berlín y la posterior desaparición de la Unión Soviética y con ello el fin de la guerra fría y el mundo bipolar. Por ejemplo, a fines del siglo XX, se llegó a decir que la Revolución Cubana era expresión de “ideas retrógradas, anquilosadas y conservadoras” que no tienen sustento en el mundo que se vivía. Con ello se anticipaba la caída de Cuba y su apropiación por el imperio estadounidense.
El triunfo electoral de Hugo Chávez en 1998 y su asunción de la presidencia de Venezuela a comienzos del año siguiente inauguró una época que con el devenir de los años y las victorias en las urnas de otros líderes de la región condujeron a lo que, -a mi juicio erróneamente- se han dado en llamar “gobiernos progresistas”. En mi opinión, éste es un término tan ambiguo que “sirve para todo y no sirve para nada”.
Veamos algunos ejemplos. El lema de uno de los gobiernos más profundamente neoliberales que ha tenido América Latina, el del chileno Ricardo Lagos, quien apoyó el golpe de Estado contra el Comandante Chávez en abril de 2002 era “Progreso con igualdad”. Estos gobiernos de la Concertación, incluyendo el de la Presidenta Bachelet, sostenedores de un modelo neoliberal, con democracia restringida a las veleidades de la Constitución pinochetista, también han sido considerados como progresistas.
En el mismo contexto, el 10 de marzo de 2012 el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso visitó Venezuela para dar una conferencia por invitación el Banco Banesco. En dicho evento, afirmó “un país puede cambiar y entrar en una senda del progreso, no importa lo difícil con que se presenten las circunstancias presentes”.
En estos dos casos, pareciera, que la sola oposición a la derecha fascista bastara para ser catalogado como progresista, sin importar su soporte del modelo neoliberal y su subordinación a Estados Unidos.
Hoy, son dirigentes de Partidos Progresistas en América Latina, el neoliberal encubierto Mauricio Macri de Argentina, su amigo, el ambiguo Marco Enriquez-Ominami de Chile que juega a arañar votos de la izquierda y la derecha, con discursos acordes en cada caso, a fin de llegar al gobierno, el renegado Henry Falcón en Venezuela con un discurso conciliador que ambiciona integrar a los indeterminados, engañando por igual a unos y otros, y el todavía alcalde de Bogotá Gustavo Petro contra quien se volcaron todos los poderes visibles y fácticos pata impedir una gestión sana en la capital colombiana. ¿Es posible colocar en este marco tan turbio de “progresismo” a los gobiernos de América Latina y el Caribe cuya distinción es haber intentado una redistribución más justa del ingreso y ostentar una condición anti neoliberal, anti hegemónica y de defensa de la soberanía?, Lo han logrado en mayor o menor medida, han avanzado en dimensión superlativa, aquellos que han establecido mecanismos más profundos de participación y de construcción de poder popular.
En otro ámbito, se les exige a estos gobiernos, logros que son imposibles de obtener en los marcos en los que se ha desarrollado su gestión. Me da la impresión que en algunos sectores existe alguna confusión terminológica y al suponer que estas administraciones encarnan gobiernos revolucionarios en el marco de la guerra fría. A veces, estamos aprisionados por términos propios del mundo bipolar que no tienen cabida en el desarrollo de la política actual. En ese sentido, no es dable que un gobierno “revolucionario” se juegue su estabilidad y continuidad en elecciones en el marco estrecho de la democracia representativa y de un sistema económico mundial que sigue siendo capitalista. Los conceptos de izquierda y derecha no bastan para construir una correlación de fuerzas que se oponga a la hegemonía imperial, a la imposición de gobiernos neoliberales, a la incorporación de millones de excluidos que han estado invisibilizados hasta hoy y a la imperiosa necesidad de salvar el mundo de la voracidad del capital que lo devasta y que destruye el medio ambiente. En esta lógica, nadie puede afirmar si Putin es de derecha o de izquierda, si lo es el gobierno de Irán o el de Siria, todos en primera línea de enfrentamiento a la expansión imperial. En otro ámbito, nadie podrá poner en duda que Raúl Castro sigue siendo un militante de izquierda y un inveterado líder revolucionario, después que Cuba, tras una larga y heroica lucha, logró establecer relaciones con Estados Unidos y pugnar por la normalización de sus vínculos con la potencia imperial. Es evidente que los cánones de análisis del pasado, no nos sirven ahora para enarbolar las mismas banderas justas de independencia, soberanía y libertad que ondearon en momentos pretéritos.
Dialécticamente, las revoluciones son un paso adelante que niega un pasado de ignominia. Si ellas, se llegaran a desarrollar por ciclos no podrían caracterizarse en tal concepto. La idea estratégica del cambio revolucionario, la lucha por la independencia y la libertad no se juegan en elecciones por muy democráticas que estas sean, porque en el trasfondo, las elecciones son expresión de un sistema restringido que mide la política sólo en términos cuantitativos, Además, en la realidad de la América Latina de hoy, este propio sistema de democracia representativa ha sido mutilado cuando el papel de los partidos políticos lo han asumidos los medios de comunicación que representan intereses oscuros de poderes fácticos que no son elegidos por la sociedad.
¿Invalida esto, lo que se ha avanzado en el presente siglo? No, al contrario. La obtención del poder político por estos gobiernos ha creado condiciones para avanzar en el proceso de organización popular, de formación política y de toma de conciencia. Es indudable que los pueblos están hoy en mejor condición que al comenzar este siglo, para luchar por sus derechos. No es el progreso, lo que puede medir la característica fundamental de estos gobiernos, ni vivimos fin de ciclo alguno. Lo que hay son elecciones en las que cada cierto tiempo hay que medir las fuerzas. Hay retrocesos y avances, pero no se puede confundir sujeto político con sujeto electoral y el sujeto de la transformación de la sociedad es el político.
La correlación de fuerzas (que es un concepto mucho más amplio y completo) que el de medición cuantitativa en elecciones, ha avanzado positivamente, a favor de los pueblos, incluso si se llegaran a perder algunas elecciones en determinados países. Así, el proceso iniciado por el comandante Hugo Chávez en 1998, no tendrá retroceso. Las elecciones y la obtención de la victoria de las fuerzas populares en ellas, permiten colocar a grandes sectores de la sociedad en mejores condiciones para emprender la lucha por su liberación, pero no es la liberación en sí misma. La lucha política y la lucha electoral deben ir de la mano, pero sin dejar de entender que lo electoral es coyuntural, mientras que lo político es permanente.
Saber distinguir al enemigo principal, construir una correlación de fuerzas que lo aísle y debilite, establecer las más amplias alianzas bajo la hegemonía de los trabajadores y el pueblo son el ABC de la política que hay que poner en práctica en todo momento, incluyendo cuando se miden las fuerzas en los eventos electorales. Somos parte de una generación que tiene como responsabilidad salvar el planeta y avanzar en la construcción de una sociedad más justa y una vida mejor para las mayorías. Eso no depende de ciclos ni se puede hacer bajo la falsa bandera del progreso, que solo sirve para encubrir ideas ambiguas y engañosas.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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miércoles, 21 de octubre de 2015
Ernesto Wong Maestre: El gran reto de los comunicadores
Comenzó la campaña electoral para ganar los curules de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y en estos dos meses que restan hasta el momento de expresar sus decisiones, los ciudadanos y ciudadanas serán no solo los protagonistas del proceso decisorio sino también las víctimas de campañas sucias por parte de los laboratorios mediáticos transnacionales, centrados en el uso de procedimientos psicológicos históricamente empleados por la CIA para desestabilizar gobiernos populares y métodos psicoanalíticos para generar conductas de rechazo hacia la Revolución Bolivariana.
La irracionalidad a la que apelan esos sectores de poder comercial y financiero los conduce a un verdadero auto suicidio como clase. Prefieren incrementar exacerbadamente sus ingresos a costa de acaparar las producciones para poder especular y elevar los precios. Con ello reducen el consumo y las posibilidades de crecimiento y fortalecimiento de sus propias empresas. Muchas de ellas quiebran, otras absorben esa demanda y se centraliza y concentra más el capital. Todo está generando consecuencias sociodemográficas, jurídicas y económicas que impactarán necesariamente en el tipo de soluciones que obligadamente deberá tomar la alta dirección de la Revolución.
Serán dos meses en que no cesarán ni por un minuto las acciones encubiertas (asesinatos selectivos, sabotajes, asaltos) e intervencionistas de todo tipo por parte de los adversarios antibolivarianos y de los actores imperialistas. Buscan impactar, sobre todo, en el electorado tradicionalmente dubitativo, apático y desinteresado en la democracia participativa y protagónica que cada vez más va arraigándose como principio político en la conciencia popular, lo que resulta preocupante para quienes pensaron que con la desaparición física del líder histórico Hugo Chávez se desestructuraría el poder revolucionario y el ideal independentista caería en el olvido.
Y lo que ha ocurrido es que con el desarrollo de todas las Misiones Sociales (de servicios y productivas), las articulaciones impulsadas desde la gestión del propio Presidente Nicolás Maduro, por toda la cadena de mando hasta las áreas y las coordinaciones en las instituciones públicas, se viene produciendo un resurgimiento cognitivo de la racionalidad dialéctica, como necesidad histórica, que es la mejor arma para interpretar (explicar y comprender) la realidad como totalidad concreta del proceso de transformaciones sociales revolucionarias.
No es una totalidad limitada a los escollos y problemas por los que transitamos sino que la totalidad, como diría Karel Kosik, también incluye los logros de la Revolución, los nuevos valores gestados en las grandes masas poblacionales, los nuevos cuerpos de conocimientos filosóficos, políticos, jurídicos, así como el intenso desarrollo de las llamadas unidades psíquicas estructurales de naturaleza metacognitiva (con funciones de autoestima y autocontrol) de todos los seres humanos, bolivarianos y chavistas o de aquellos que aún están en tránsito de convertirse en alguno de ellos.
Si todos los comunicadores sociales, incluidos periodistas, conductores de programas, voceros de la Revolución a todos los niveles y los propios candidatos de la Patria, comprenden a fondo la realidad como totalidad concreta, la pudieran describir y/o explicar creativamente a los sectores populares en los que descansa el desenlace electoral y ellos pudieran interpretar mejor la realidad y desechar por falsa esa pseudo concreción que presentan los medios privados y transnacionales, interesados en confundirlos para que ellos opten por el fracasado capitalismo.
La elevación de la autoestima, del auto reconocimiento y del nivel de autocontrol de la personalidad bolivariana, como reguladora del comportamiento revolucionario o en proceso de tránsito, han creado nuevas condiciones psicológicas de autodefensa para impactar en las decisiones personales el 6D; sin dudas de ningún tipo, porque la opción revolucionaria socialista seguirá marcando la pauta y la direccionalidad en Venezuela hasta la victoria siempre.
Email: wongmaestre@gmail.com/ www.profewong.blogspot.com
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La irracionalidad a la que apelan esos sectores de poder comercial y financiero los conduce a un verdadero auto suicidio como clase. Prefieren incrementar exacerbadamente sus ingresos a costa de acaparar las producciones para poder especular y elevar los precios. Con ello reducen el consumo y las posibilidades de crecimiento y fortalecimiento de sus propias empresas. Muchas de ellas quiebran, otras absorben esa demanda y se centraliza y concentra más el capital. Todo está generando consecuencias sociodemográficas, jurídicas y económicas que impactarán necesariamente en el tipo de soluciones que obligadamente deberá tomar la alta dirección de la Revolución.
Serán dos meses en que no cesarán ni por un minuto las acciones encubiertas (asesinatos selectivos, sabotajes, asaltos) e intervencionistas de todo tipo por parte de los adversarios antibolivarianos y de los actores imperialistas. Buscan impactar, sobre todo, en el electorado tradicionalmente dubitativo, apático y desinteresado en la democracia participativa y protagónica que cada vez más va arraigándose como principio político en la conciencia popular, lo que resulta preocupante para quienes pensaron que con la desaparición física del líder histórico Hugo Chávez se desestructuraría el poder revolucionario y el ideal independentista caería en el olvido.
Y lo que ha ocurrido es que con el desarrollo de todas las Misiones Sociales (de servicios y productivas), las articulaciones impulsadas desde la gestión del propio Presidente Nicolás Maduro, por toda la cadena de mando hasta las áreas y las coordinaciones en las instituciones públicas, se viene produciendo un resurgimiento cognitivo de la racionalidad dialéctica, como necesidad histórica, que es la mejor arma para interpretar (explicar y comprender) la realidad como totalidad concreta del proceso de transformaciones sociales revolucionarias.
No es una totalidad limitada a los escollos y problemas por los que transitamos sino que la totalidad, como diría Karel Kosik, también incluye los logros de la Revolución, los nuevos valores gestados en las grandes masas poblacionales, los nuevos cuerpos de conocimientos filosóficos, políticos, jurídicos, así como el intenso desarrollo de las llamadas unidades psíquicas estructurales de naturaleza metacognitiva (con funciones de autoestima y autocontrol) de todos los seres humanos, bolivarianos y chavistas o de aquellos que aún están en tránsito de convertirse en alguno de ellos.
Si todos los comunicadores sociales, incluidos periodistas, conductores de programas, voceros de la Revolución a todos los niveles y los propios candidatos de la Patria, comprenden a fondo la realidad como totalidad concreta, la pudieran describir y/o explicar creativamente a los sectores populares en los que descansa el desenlace electoral y ellos pudieran interpretar mejor la realidad y desechar por falsa esa pseudo concreción que presentan los medios privados y transnacionales, interesados en confundirlos para que ellos opten por el fracasado capitalismo.
La elevación de la autoestima, del auto reconocimiento y del nivel de autocontrol de la personalidad bolivariana, como reguladora del comportamiento revolucionario o en proceso de tránsito, han creado nuevas condiciones psicológicas de autodefensa para impactar en las decisiones personales el 6D; sin dudas de ningún tipo, porque la opción revolucionaria socialista seguirá marcando la pauta y la direccionalidad en Venezuela hasta la victoria siempre.
Email: wongmaestre@gmail.com/ www.profewong.blogspot.com
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jueves, 15 de octubre de 2015
Humberto Gómez García: Un caballero apóstata y derechista
Trincheras de Ideas
INTROITO
Hace 23 años publiqué el presente trabajo respondiendo las falacias, mentiras y reaccionarias posiciones de un historiador que para desgracia de la izquierda revolucionaria, militó en sus filas y no fue poco el veneno que sembró. Manuel Caballero fue el primer detractor que tuvo el Comandante Hugo Chávez y el movimiento 4 de Febrero el año de 1992. En los debates que se abrieron entonces ante el impacto de aquel fracasado hecho y la apertura y aceptación en el país del nuevo liderazgo de la juventud militar cuya cabeza más visible fue, sin dudas, el Comandante Hugo Chávez y su famoso e histórico ‘por ahora’, nos involucramos de manera directa en la polémica y la defensa de aquel gran acontecimiento y publicamos por el diario ‘Últimas Noticias’ que dirigía nuestro fallecido amigo Nelson Luis Martínez, un conjunto de materiales, artículos de opinión que recogimos después, durante la campaña electoral de 1998 en nuestro libro: ‘Hugo Chávez Frías, del 4 de Febrero a la V República’. Por aquellos días del año 1992, en el mes de abril, terciando en la polémica le respondimos a unas infames declaraciones del historiador Manuel Caballero aparecidas como entrevista por un periódico de la época. Hoy sacamos a la luz ese trabajo a petición de nuestros estudiantes de la Cátedra de Pensamiento PolíticoVenezolano, del PFG de Estudios Políticos y Gobierno de la UBV y de muchos de mis lectores que me lo solicitado.
MANUEL CABALLERO JUSTIFICA EL RÉGIMEN ASESINO DE CAP
En la edición de “El Globo” del 1º de abril de 1992 fue entrevistado el historiador Manuel Caballero. Tal vez por los efectos de la honda crisis que vive el país y la permanente inestabilidad política que nos conmociona desde el 4 de febrero, el conocido historiador “desnuda” su pensamiento coincidente con el de la derecha política, haciendo suyos el discurso de CAP, Piñerúa y de la oligarquía política encarnada en el CEN de AD, en Eduardo Fernández y la dirección de Copei, en la NG, en Carlos Blanco, Gerber Torres y sus neo liberales del IESA, sin dejar afuera el partido empresarial: Fedecámaras.
Pero Manuel Caballero va mucho más allá. En ese estilo que pretender ser irreverente y urticante, arremete contra conceptos como el nacionalismo al cual califica de negativo y las figuras señeras de Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora las califica de mitos. Afirma que la palabra patria le da náuseas.
Todo ese despliegue intelectual y de profunda agudezacientífica y objetividad histórica del heterodoxo historiador, otrora izquierdoso ideólogo masista –que no marxista–, está dirigido a atacar tanto al Comandante Hugo Chávez como al Comandante Arias y a los insurgentes del 4-F y tratar de “golpear” su extendida presencia en el corazón del pueblo.
De la entrevista sacamos diversas frases que son todo un monumento de la ideologías neo colonial (puesto compartido con Emeterio Gómez, Carlos Blanco y otros tantos advenedizos, ayer jacobinos izquierdistas) que lo lleva de hecho a justificar el corrupto, autoritario, delictivo y anti democrático sistema bipartidista que hoy padecemos 20 millones de venezolanos.
Una renuncia a valores realmente históricos y una prosternación absurda a una globalización insensata se desprende de los conceptos que maneja Manuel Caballero. El desprecio a la noción de patria y de nacionalismo en el adocenado historiador derechista, es un concepto neo colonial totalmente estúpido, vertido en un momento en que el imperialismo y las transnacionales se plantean, a partir del modelo y las políticas neo liberales, de la sedicente libertad de mercado que beneficiará las políticas de puerto en desmedro de la agricultura nacional y la industria venezolana, que beneficiarán exclusivamente el capital financiero, a los importadores y a los capitales golondrinos usureros, a los ‘paquetes económicos’ impuestos por el FMI a la América Latina y dentro de esta Venezuela, en donde se plantea el virtual desmantelamiento de nuestras naciones, sus Ejércitos (Plan de Santa Fe II) a través de las políticas privatizadoras, la imposición de bases militares extranjeras, la instalación y control norteamericano de radares de espionaje, la penetración a través de la DEA.
A MANUEL CABALLERO LA PALABRA PATRIA LE DA NAUSEAS
Que figuras como Manuel Caballero, hombre que una vez luchó por el socialismo y militó en las filas revolucionarias, digan: “A mí la palabra patria me da náuseas”, o “elnacionalismo ha sido más negativo que positivo”, es altamente deplorable, precisamente cuando ese sentimiento y las categorías se replantean entre los pueblos con renovados bríos libertarios y auténticamente democráticos, de instrumento para reconstruir nuestras atribuladas y explotadas naciones; cuando sectores avanzados de los ejércitos nacionales abrazan formas de nacionalismo popular –distinto al discutible nacionalismo de los perejimeniztas o al nacionalismo de fronteras– en un mundo cambiante, que es obligado a una globalización imperial; un nacionalismo que surge –después de la entrega vil de todos estos años que arrancan con el nefasto Pacto de Punto Fijo– como alternativa que tiene forzosamente que asumir el antimonopolismo y elantimperialismo y profundamente popular como denominador común, para que sea un nacionalismo verdadero.
Y ese replanteamiento o búsquedas renovadas en un nacionalismo que nada tiene con la experiencias negativas del pasado –golpe de estado contra el general Medina, golpe contra Gallegos, dictadura perejimenizta– se da en una nueva dimensión histórica, a partir del desmembramiento de la URSS, de la caída del Campo Socialista Europeo, de la Guerra Imperialista del Golfo Arabe-Pérsico, de la invasión a Panamá. En suma, en el marco de un acelerado desequilibrio de las fuerzas mundiales, de una creciente tendencia unipolar donde EEUU son el factor hegemónico impulsando el aplastamiento de nuestras soberanías y naciones, resulta cuando menos capcioso, viniendo de una figura de tanta calificación académica y otrora revolucionaria, ese desprecio por la nación o el concepto de patria y de nacionalismo que de ella se derivan en la Venezuela de hoy.
Es fácil entender, entonces, que el objetivo de tal señalamiento será el de disminuir la fuerza que el MRB-200 le dio a estos conceptos, hecho que también venían dándose desde el seno de diversas organizaciones y personalidades de izquierda desde los años 70, como es el caso del MPDIN que elaboró toda una teoría sobre la cuestión nacional y se asumió como organización de izquierda bolivariana y socialista.
Ciertamente en el pasado, los déspotas y tiranos inutilizaron el nacionalismo como pretexto para llegar al poder. Una oligarquía aviesa y astuta y un gorilaje corrupto y no pocas veces criminal, como el argentino, pretendía la exclusividad o el monopolio del nacionalismo, convirtiéndose ellos en sí mismos, en la patria, la soberanía. Eso no era óbice, naturalmente, para alinearse en las mismas coordenadas políticas del imperio: OEA, TIAR, etc., el fantasma del comunismo reforzaba tal ideología, mientras se imponía a nuestras naciones y pueblos políticas anti nacionales como las de Seguridad y Defensa, las guerras de baja intensidad, etc. que no han sido más que factores militar-policiales de contención del ascenso de la lucha de los pueblos en sus programas reivindicativos, económicos y políticos. Por ello resultan ridículas y grotescas las expresiones de Piñerúa, CAP, voceros copeyanos hablando de subversión de izquierda y cosas parecidas en un lenguaje, copia fiel del de los años sesenta, que está desfasado interna y externamente, para referirse a la insurgencia militar del 4-F.
Resulta temerario, a la luz de los hechos acontecidos después del 4-F, acusar al Comandante Chávez, a Arias Cárdenas y al resto del equipo militar que lo acompañó en la insurgencia, de ser un grupo de gorilas fascistas, ultra nacionalistas y anti democráticos. Lo que si no puede negarse es que ese MRB tiene un proyecto político que ha ido madurado y se ha enriquecido profundamente en esa extraordinaria confrontación democrática habido en Venezuela y por el aporte hecho por ese nuevo liderazgo intelectual emergente que ha encontrado un camino fecundo en ese pueblo que apoya las propuestas patrióticas de los bolivarianos.
CABALLERO RIDICULIZA LOS VALORES HISTÓRICOS QUE LEVANTA EL MBR-200
En ese mismo orden de descalificaciones de los conceptos históricos de Venezuela, Manuel Caballero intenta ridiculizar y disminuir a valores fundamentales de la nacionalidad venezolana: Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora. Comenzará arremetiendo contra el Libertador.
“Una sociedad democrática no puede tomar la enseñanza de Bolívar como suya. No. Por una parte hay toda una tradición jacobina. Es un pensamiento que no podemos tomar así en bloque”.
Subestimando deliberadamente el análisis político, histórico y sociológico que lleva a los dirigentes del 4-F y al Comandante Hugo Chávez, a tomar la figura de los próceres y su importancia sicopolítica en el seno del pueblo venezolano y en la pertinencia de la reconstrucción del concepto de nación, venido a menos ante la penetración de los capitales transnacionales, el neocolonialismo y la transculturización, la pérdida de la identidad nacional y del sentido de pertenencia en el venezolano, MC tiende a ridiculizar que el MBR u otra organización revolucionaria levanten estas banderas, atribuyéndole a los personajes históricas connotaciones mágicas y religiosas en el seno del pueblo y no hondas raíces políticas en nuestra Historia como nación.
En el colmo del anti patriotismo, burlándose de conceptos de un indiscutible valor para una nación y su pueblo, de la befa de conceptos y valores patriótico-morales que para cualquier nación tienen no sólo connotaciones sagradas sino altamente respetables porque se reconoce en ellos el haber contribuido a la forja no ya de una nacionalidad nacida en una cruenta lucha de diez años –como lo fue la guerra nacional de independencia–, sino valores éticos, espirituales y humanos profundamente valiosos en la reivindicación del hombre venezolano como sujeto histórico, así dirá “Escogieron estos tres personajes porque son tres mitos que están en la conciencia popular. Si nosotros fuésemos un país profundamente católico, hubiesen escogido al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez tienen una ventaja inmensa, que es lo que hace que ellos puedan declararlos sus maestros, sus mentores y es que están muertos. Les puedes atribuir lo que te dé la gana”.
En los momentos de oprobio e indignidad; de opresión y entrega de una nación y sus riquezas por parte de pseudo demócratas o tiranuelos, que se levanten las banderas de los héroes y próceres patrios tiene una coherente y justificada explicación. Su pensamiento, su ejemplo, sus hazañas, permiten unir la conciencia nacional. Decir que Bolívar, San Martín, Juárez o José Martí son los autores intelectuales, ideológicos, históricos o mentores políticos de tal o cual movimiento revolucionario, no sólo es políticamente correcto, es que la historia de Nuestra América así lo ha demostrado.
LOS REVOLUCIONARIOS DE AMÉRICA SIEMPRE HAN LEVANTADO A SUS HÉROES
Tal vez el más reciente sea el ejemplo de la lucha del pueblo cubano contra la oprobiosa dictadura pro imperialista de Fulgencio Batista y la circunstancia que le tocó vivir al comandante Fidel Castro. Ya forma parte de la Historia Contemporánea de América su discurso conocido como “La Historia me Absolverá”, pronunciado cuando era juzgado en Santiago de Cuba por el Tribunal Militar a raíz del fracaso del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Cuando al líder cubano le fue preguntando por el Juez que llevaba la causa sobre quien era el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, éste dijo. “El autor intelectual es el Apóstol José Martí”.
Los peruanos levantan hoy el nombre del líder indígena TupacAmarú, como una forma de identificarse con sus héroes históricos indígenas en la lucha actual contra los que son opresores del pueblo peruano.
Los revolucionarios salvadoreños le pusieron al Frente Político Armado el nombre del héroe de la lucha nacional antiimperialista de la década del 30, Farabundo Martí.
Los insurgentes colombianos de las FARC, el ELN, las FPL constituyeron un frente militar-político que se llama “Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar”, en su enfrentamiento contra la cruel oligarquía colombiana. Los nicaragüenses identifican su movimiento liberador con el líder antimperialista Augusto César Sandino.
De manera, y eso lo sabe perfectamente Manuel Caballero, que no es ninguna maniobra traída por los cabellos levantar el nombre de tres forjadores de la nacionalidad como bandera y programa político para atraerse la simpatía del pueblo para una causa que consideran justa. Se está retomando los líderes históricos y se reactualizan.
Hay en la entrevista tres aspectos que aborda MC y son: 1. El querer descalificar política y militarmente a Chávez. 2. El señalar que no tiene ningún planteamiento o formulación programática salvo generalidades. 3. Poner en duda su honestidad y la de los restantes jefes rebeldes, al señalar que nadie garantiza que le quiten a unos corruptos para poner otros iguales o peores.
UNA DERROTA MILITAR TÁCTICA SE CONVIERTE EN UNA VICTORIA ESTRATÉGICA
Al serle preguntado si la fecha 4-F tenía algún valor histórico, responde que para él tiene más valor el 5 de febrero, “por lo que ha sucedido después, las corrientes de simpatía que se han creado alrededor de los alzados y alrededor de la figura de Hugo Chávez. Una figura que intelectualmente no vale nada y que militarmente, por lo visto vale bastante poco. La prueba suprema de un militar es que no supo hacer ni siquiera aquello para lo que estaba entrenado, es decir, perdió la batalla que había estado preparando desde hacía 10 años por lo menos”.
Caballero repite, como un vulgar loro o haciendo de eco de sus nuevos amos, lo dicho por el Ministro de la Defensa y el propio CAP. Incluso él, como historiador, sabe que muchas batallas que se han perdido al iniciarse una lucha, sin que por ello sus gestores sean de poco calor como estrategas militares, veamos algunos ejemplos.
El más genial estratega político y militar de América, Simón Bolívar, ¿no perdió la Plaza de Puerto Cabello para no citar sino la primera gran derrota que tuvo? ¿Eso lo disminuyó como estratega? Después de la formidable estrategia que fue Campaña Admirable y que permitió construir lo que se ha llamado la Segunda República, lo proclaman Libertador y no es, después derrotado por Boves y sus hordas asesinas? Del mismo Bolívar es esta frase “El arte de victoria se aprende con las derrotas”.
¿Qué mide la condición de estratega de uno o más hombres?
Vamos a la historia que es, en fin de cuentas, el único espejo de objetividad y preguntemos: ¿Es suficiente con pasar por una Academia Militar y abrevar en el estudio de la historia militar de la humanidad y tener una alta inteligencia y determinadas condiciones de estratega para ser un general victorioso?
¿Era Ezequiel Zamora un militar en el estricto sentido del término, lo eranLenín, Pancho Villa, Von Nguyen, Giap o Fidel Castro?
En los cinco nombrados se rompe el esquema de la formación militar académica clásica, nunca fueron militares ni cursaron estudios de guerra formales, sin embargo fueron estrategas de tal envergadura que la historia registra sus conducciones en momentos estelares de las luchas revolucionarias de sus respectivos países.
¿No concibió Ezequiel Zamora la extraordinaria Batalla de Santa Inés, que selló el triunfo de las armas federales contra la oligarquía y su ejército que quedó diezmado?
En academias militares como la de Francia se estudia esta como una batalla clásica y de las más perfectas en la historia de la humanidad.
¿Y qué decir de Lenín y Trotsky, que no sólo le dio, el primero, un vuelco a la primera revolución rusa de febrero de 1917, sino que con una estrategia inigualable, donde ambos participan, combinando la política con la cuestión militar, lograron la toma del poder para los bolcheviques y para los soviets en noviembre de 1917?
¿Qué más estrategia militar que ésa, copiada en muchos aspectos, incluso ‘aburguesada’ por diversos ideólogos y políticos derechistas, como CurzioMalaparte quien escribió su famosa obra: “La técnica del golpe de Estado” a partir de la información que le proporciona el propio León Trotsky?
El primero, Villa, mito y leyenda, destrozó el arte de la guerra proveniente de la Escuela Militar Francesa y Prusiana, creó nuevas técnicas militares y produjo batallas como la toma de Zacatecas donde destruyó el Ejército Federal de Victoriano Huerta en una brillante estrategia militar. Pancho Villa nunca fue a la escuela.
La Revolución Mexicana rompe todos los esquemas. Indios y campesinos analfabetas devinieron en geniales estrategas militares, citemos sólo dos casos: Pancho Villa yLázaroCárdenas.
El General Lázaro Cárdenas, de origen indígena, al principio no hablaba ni siquiera el castellano y eso no fue razón para que llegara al grado de General en el proceso de la Revolución e hiciera importantes aportes en el plano de la estrategia militar. Pero, ya como político ¿no fue bajo su gestión presidencial cuando se nacionalizó el petróleo enfrentando frontalmente a los yanquis? ¿Eso no implicó, además de una gran valentía, el desarrollo de una estrategia nacionalista para enfrentar al poderoso vecino, y vencerlo?
Vayamos ahora al suroeste de Asia. ¿Quién condujo a las fuerzas populares vietnamitas al triunfo sobre el descomunal ejército Francés en Diem Bien Fu, en 1954, trepando por montañas, en hombros a veces de aquellos bravos soldados, un ejército y su armamento para el cerco implacable a la fortaleza francesa que fue, finalmente, vencida? ¿Quién condujo al destrozo del super moderno ejército norteamericano en Da Nang en 1975 y en todo el Sur de Vietnam dirigido por Ho Chi Ming y NguyenGiap, propinándole al Ejército más poderoso de la tierra, soberbio y engreído, la más humillante y brutal de las derrota de todo el siglo XX?
Von NguyenGiap, un hijo de campesinos, que nunca fue al ejército tradicional y menos a una academia militar clásica, pero sin embargo fue el genial organizador del mil veces heroico y aguerrido Ejército Vietnamita y el estratega genial de infinidad de batallas contra los invasores franceses y norteamericanos a su patria.
¿No fracasó Fidel Castro en el intento de asalto al Cuartel Moncada?
¿Eso lo disminuyó, acaso, como estratega militar? ¿6 años después de aquel fracaso no entraba a la Habana victorioso con un nuevo ejército que había creado y un ejército títere destruido? ¿8 años después de su primer fracaso no dirigió la derrota de un ejército mercenario invasor en Playa Girón? ¿Más recientemente no condujo la derrota del poderoso ejército surafricano en Angola, cuando el Ejército Cubano allí acantonado le hizo morder el polvo de la derrota en Cuito Cuinavale al super poderoso ejércido surafricano, abriendo así las puertas para la liberación/fundación de Namibia y contribuyó, en términos aún no cuantificados, con la caída del apartheid en Suráfrica y la liberación de Nelson Mandela?
De manera que la derrota militar del Comandante Chávez y sus hombres el 4-F no señala necesariamente que sea un mal estratega, como tampoco se le puede descalificar como lo hace Caballero. Comparto lo que expresa el Profesor Edgar J. González en su trabajo: “Caballero: la izquierda oficial”, publicado en respuesta a las insidiosas declaraciones del historiador exizquierdista.
Dice: “Y el estilo de la generación formada luego de los difíciles años sesenta, con dos características esenciales: dada la masificación de la educación formal, cada vez más jóvenes de escasos recursos económicos podían ingresar a la Academia Militar, democratizando el acceso, hasta entonces casi exclusivamente reservado a las clases de mayores recursos.Ahora teníamos, en buena proporción, oficiales cultos, capacitados en mucho más que el simple manejo de las armas y su distribución en un teórico campo de batalla, conocedores de la realidad nacional y deseosos de contribuir a su mejoramiento efectivo”.
Seguramente que en la conducción militar del alzamiento del 4-F hubo errores, factores inesperados, delaciones o rajados de última hora. Ya saldrá a la luz toda la verdad. Chávez y sus compañeros tendrán que dar a conocer, en su momento, las causas de su fracaso y aprenderán con toda seguridad, de esa derrota. De todo esto algo es cierto: el pueblo venezolano está conmovido y hace suyas esas propuestas libertarias.
LA IZQUIERDA VENEZOLANA SE REPOTENCIÓ CON EL 4 DE FEBRERO
Lo que ha ocurrido después del 4-F rebasó al propio Chávez y ha enriquecido como nadie lo imagina ese proyecto, digamos que, entre otros hechos, repotenció una izquierda revolucionaria que estaba dispersa y adormilada, e incorporó nuevos elementos a esa corriente social.
Naturalmente la derrota táctica de Chávez se convirtió en una victoria estratégica, cuyos alcances hay que medirlos en la creciente politización de las masas, en la descomunal discusión que se da en todas partes de Venezuela, Ejército Nacional incluido, buscándose una salida a la grave situación que vive el país; derrotar el paquete económico neo liberal de CAP-AD-COPEI y las privatizaciones que propenden a desmantelar el país, –ejército incluido– y matar de hambre al pueblo.
Acabar con la corrupción. Cohesionar la nación en torno a sus valores más preclaros y rescatar la soberanía cada vez más menguada, impulsando un proyecto de desarrollo nacional independiente y soberano.
Con lo anterior entramos a comentar el señalamiento de MC de que el MRB carecía de programa.
CHÁVEZ Y LOS MILITARES DEL 4F TENÍAN UN PROGRAMA POLÍTICO
Soy de los que piensan que el problema medular de la sociedad venezolana en este momento es acabar con la política económica neo liberal con el paquete económico que impuso el FMI que está diezmando al pueblo venezolano y afectando a las nuevas generaciones. Por lo mismo hay que frenar y hacer retroceder las privatizaciones que conducen al desmantelamiento progresivo del país, incluido allí el Ejército al que se le tiene reservado el papel de policía represiva, como ocurrió en Panamá. En suma, desmantelar por decreto los monopolios económicos y hacer cumplir la Constitución, que tímidamente los prohíbe.
Sin embargo el problema de la corrupción es un problema estructural que ha pervertido, a través de la partidocracia de AD y Copei y la entronización de las cúpulas monopólicas extranjeras en la economía, hipertrofiando nuestro desarrollo, poniendo a nuestra nación de productora de dos o tres bienes (petróleo, hierro, aluminio) en función de los intereses del imperialismo norteamericano.
A ello se suma el nefasto populismo de AD y Copei, que se imbricó a la corrupción haciendo de ésta un fenómeno político-social que ha desdibujado el perfil de Venezuela como nación; ha invertido absolutamente toda la escala de valores morales, creando un conjunto de anti valores, anti héroes que abonan el camino del imperialismo que a través de sus igualmente anti valores ideológicos los utiliza para su labor neo colonizadora en su estrategia última de extracción de beneficios económicos irrestrictos en nuestro país, del saqueo de sus riquezas, la opresión y ruina de las clases medias y burguesas rurales y urbanas, lasuper explotación de la clase obrera y trabajadora; su constante búsqueda de desmantelarnos como nación, como literalmente lo han hecho en Panamá, para tristeza de su pueblo y de América.
De manera que levantar las banderas nacionales, los valores patrios de mayor significación histórica y política como lo son el pensamiento político de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora; el levantar banderas morales contra la corrupción son todo un programa mínimo que encuentra millones de seguidores en una nación frustrada durante varias centurias.
Hay un aspecto de la entrevista ya para concluir este trabajo, que es altamente importante y vale la pena por lo menos comentarlo.
Al comienzo de la entrevista Manuel Caballero, dice: “A mi la palabra patria me da náuseas” Al final de la misma señala, para mostrar su oposición mostrenca al intento insurgente del 4-F: “Yo prefiero el más corrompido y el más ineficaz de los gobiernos civiles, al más honesto y eficaz de los gobernantes militares”. ¡Bravo por ti, infeliz caballero!
Ambos planteamientos, cargados de veneno, de infamia, y de una sinceridad digna de mejor causa, en boca de un historiador y de un intelectual de la talla de Manuel Caballero, el revolucionario de ayer, el ideólogo, el marxista, el socialista, resultan no sólo una impostura sino la apostasía de un hombre que perdió hace mucho el rumbo ideológico y la dignidad personal.
Un intelectual de derecha, que miente y falsea deliberadamente la historia de su país; que intenta malamente ideologizar el discurso vende patria de CAP-AD-Eduardo Fernández-Copei, para tratar, en el maltrecho juego de las palabras politiqueras y los escasos tecnicismos, justificarlo. Habría que preguntarle a Manuel Caballero, a quien la palabra patria le produce náuseas, ¿cómo es que un gobierno tan ineficaz, corrompido, anti patriótico, criminal, genocida (recordemos al 27-F) y autoritario como el actual le atrae más que la propuesta de honestidad y eficacia surgida de los bolivarianos en 4-F y que no necesariamente tiene que ser una dictadura militar? ¿Cómo es que la patria le produce náuseas, mientras le agrada un régimen anti patriótico que se ensucia todos los días en la Constitución y en el pueblo y está vendiendo la nación?
Extraño caso de estos conversos, que la auténtica izquierda los desprecia por rábulas, por apóstatas y la derecha simplemente los aprovecha mientras puedan serles útiles, ya que ni siquiera, con todo y traiciones ideológicas y políticas, clasifican para derechistas, verdaderos sicarios de la política. (19-4-92)
Caracas, 19 de abril de 1992
Artículo publicado en mi libro:“Hugo Chávez Frías: del 4 de Febrero a la V República”, Fondo Editorial Caracola, Caracas 1998.Reedición por la Comisión Presidencial Conmemorativa de los 20 años del 4 de Febrero, Caracas 2012.
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INTROITO
Hace 23 años publiqué el presente trabajo respondiendo las falacias, mentiras y reaccionarias posiciones de un historiador que para desgracia de la izquierda revolucionaria, militó en sus filas y no fue poco el veneno que sembró. Manuel Caballero fue el primer detractor que tuvo el Comandante Hugo Chávez y el movimiento 4 de Febrero el año de 1992. En los debates que se abrieron entonces ante el impacto de aquel fracasado hecho y la apertura y aceptación en el país del nuevo liderazgo de la juventud militar cuya cabeza más visible fue, sin dudas, el Comandante Hugo Chávez y su famoso e histórico ‘por ahora’, nos involucramos de manera directa en la polémica y la defensa de aquel gran acontecimiento y publicamos por el diario ‘Últimas Noticias’ que dirigía nuestro fallecido amigo Nelson Luis Martínez, un conjunto de materiales, artículos de opinión que recogimos después, durante la campaña electoral de 1998 en nuestro libro: ‘Hugo Chávez Frías, del 4 de Febrero a la V República’. Por aquellos días del año 1992, en el mes de abril, terciando en la polémica le respondimos a unas infames declaraciones del historiador Manuel Caballero aparecidas como entrevista por un periódico de la época. Hoy sacamos a la luz ese trabajo a petición de nuestros estudiantes de la Cátedra de Pensamiento PolíticoVenezolano, del PFG de Estudios Políticos y Gobierno de la UBV y de muchos de mis lectores que me lo solicitado.
MANUEL CABALLERO JUSTIFICA EL RÉGIMEN ASESINO DE CAP
En la edición de “El Globo” del 1º de abril de 1992 fue entrevistado el historiador Manuel Caballero. Tal vez por los efectos de la honda crisis que vive el país y la permanente inestabilidad política que nos conmociona desde el 4 de febrero, el conocido historiador “desnuda” su pensamiento coincidente con el de la derecha política, haciendo suyos el discurso de CAP, Piñerúa y de la oligarquía política encarnada en el CEN de AD, en Eduardo Fernández y la dirección de Copei, en la NG, en Carlos Blanco, Gerber Torres y sus neo liberales del IESA, sin dejar afuera el partido empresarial: Fedecámaras.
Pero Manuel Caballero va mucho más allá. En ese estilo que pretender ser irreverente y urticante, arremete contra conceptos como el nacionalismo al cual califica de negativo y las figuras señeras de Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora las califica de mitos. Afirma que la palabra patria le da náuseas.
Todo ese despliegue intelectual y de profunda agudezacientífica y objetividad histórica del heterodoxo historiador, otrora izquierdoso ideólogo masista –que no marxista–, está dirigido a atacar tanto al Comandante Hugo Chávez como al Comandante Arias y a los insurgentes del 4-F y tratar de “golpear” su extendida presencia en el corazón del pueblo.
De la entrevista sacamos diversas frases que son todo un monumento de la ideologías neo colonial (puesto compartido con Emeterio Gómez, Carlos Blanco y otros tantos advenedizos, ayer jacobinos izquierdistas) que lo lleva de hecho a justificar el corrupto, autoritario, delictivo y anti democrático sistema bipartidista que hoy padecemos 20 millones de venezolanos.
Una renuncia a valores realmente históricos y una prosternación absurda a una globalización insensata se desprende de los conceptos que maneja Manuel Caballero. El desprecio a la noción de patria y de nacionalismo en el adocenado historiador derechista, es un concepto neo colonial totalmente estúpido, vertido en un momento en que el imperialismo y las transnacionales se plantean, a partir del modelo y las políticas neo liberales, de la sedicente libertad de mercado que beneficiará las políticas de puerto en desmedro de la agricultura nacional y la industria venezolana, que beneficiarán exclusivamente el capital financiero, a los importadores y a los capitales golondrinos usureros, a los ‘paquetes económicos’ impuestos por el FMI a la América Latina y dentro de esta Venezuela, en donde se plantea el virtual desmantelamiento de nuestras naciones, sus Ejércitos (Plan de Santa Fe II) a través de las políticas privatizadoras, la imposición de bases militares extranjeras, la instalación y control norteamericano de radares de espionaje, la penetración a través de la DEA.
A MANUEL CABALLERO LA PALABRA PATRIA LE DA NAUSEAS
Que figuras como Manuel Caballero, hombre que una vez luchó por el socialismo y militó en las filas revolucionarias, digan: “A mí la palabra patria me da náuseas”, o “elnacionalismo ha sido más negativo que positivo”, es altamente deplorable, precisamente cuando ese sentimiento y las categorías se replantean entre los pueblos con renovados bríos libertarios y auténticamente democráticos, de instrumento para reconstruir nuestras atribuladas y explotadas naciones; cuando sectores avanzados de los ejércitos nacionales abrazan formas de nacionalismo popular –distinto al discutible nacionalismo de los perejimeniztas o al nacionalismo de fronteras– en un mundo cambiante, que es obligado a una globalización imperial; un nacionalismo que surge –después de la entrega vil de todos estos años que arrancan con el nefasto Pacto de Punto Fijo– como alternativa que tiene forzosamente que asumir el antimonopolismo y elantimperialismo y profundamente popular como denominador común, para que sea un nacionalismo verdadero.
Y ese replanteamiento o búsquedas renovadas en un nacionalismo que nada tiene con la experiencias negativas del pasado –golpe de estado contra el general Medina, golpe contra Gallegos, dictadura perejimenizta– se da en una nueva dimensión histórica, a partir del desmembramiento de la URSS, de la caída del Campo Socialista Europeo, de la Guerra Imperialista del Golfo Arabe-Pérsico, de la invasión a Panamá. En suma, en el marco de un acelerado desequilibrio de las fuerzas mundiales, de una creciente tendencia unipolar donde EEUU son el factor hegemónico impulsando el aplastamiento de nuestras soberanías y naciones, resulta cuando menos capcioso, viniendo de una figura de tanta calificación académica y otrora revolucionaria, ese desprecio por la nación o el concepto de patria y de nacionalismo que de ella se derivan en la Venezuela de hoy.
Es fácil entender, entonces, que el objetivo de tal señalamiento será el de disminuir la fuerza que el MRB-200 le dio a estos conceptos, hecho que también venían dándose desde el seno de diversas organizaciones y personalidades de izquierda desde los años 70, como es el caso del MPDIN que elaboró toda una teoría sobre la cuestión nacional y se asumió como organización de izquierda bolivariana y socialista.
Ciertamente en el pasado, los déspotas y tiranos inutilizaron el nacionalismo como pretexto para llegar al poder. Una oligarquía aviesa y astuta y un gorilaje corrupto y no pocas veces criminal, como el argentino, pretendía la exclusividad o el monopolio del nacionalismo, convirtiéndose ellos en sí mismos, en la patria, la soberanía. Eso no era óbice, naturalmente, para alinearse en las mismas coordenadas políticas del imperio: OEA, TIAR, etc., el fantasma del comunismo reforzaba tal ideología, mientras se imponía a nuestras naciones y pueblos políticas anti nacionales como las de Seguridad y Defensa, las guerras de baja intensidad, etc. que no han sido más que factores militar-policiales de contención del ascenso de la lucha de los pueblos en sus programas reivindicativos, económicos y políticos. Por ello resultan ridículas y grotescas las expresiones de Piñerúa, CAP, voceros copeyanos hablando de subversión de izquierda y cosas parecidas en un lenguaje, copia fiel del de los años sesenta, que está desfasado interna y externamente, para referirse a la insurgencia militar del 4-F.
Resulta temerario, a la luz de los hechos acontecidos después del 4-F, acusar al Comandante Chávez, a Arias Cárdenas y al resto del equipo militar que lo acompañó en la insurgencia, de ser un grupo de gorilas fascistas, ultra nacionalistas y anti democráticos. Lo que si no puede negarse es que ese MRB tiene un proyecto político que ha ido madurado y se ha enriquecido profundamente en esa extraordinaria confrontación democrática habido en Venezuela y por el aporte hecho por ese nuevo liderazgo intelectual emergente que ha encontrado un camino fecundo en ese pueblo que apoya las propuestas patrióticas de los bolivarianos.
CABALLERO RIDICULIZA LOS VALORES HISTÓRICOS QUE LEVANTA EL MBR-200
En ese mismo orden de descalificaciones de los conceptos históricos de Venezuela, Manuel Caballero intenta ridiculizar y disminuir a valores fundamentales de la nacionalidad venezolana: Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora. Comenzará arremetiendo contra el Libertador.
“Una sociedad democrática no puede tomar la enseñanza de Bolívar como suya. No. Por una parte hay toda una tradición jacobina. Es un pensamiento que no podemos tomar así en bloque”.
Subestimando deliberadamente el análisis político, histórico y sociológico que lleva a los dirigentes del 4-F y al Comandante Hugo Chávez, a tomar la figura de los próceres y su importancia sicopolítica en el seno del pueblo venezolano y en la pertinencia de la reconstrucción del concepto de nación, venido a menos ante la penetración de los capitales transnacionales, el neocolonialismo y la transculturización, la pérdida de la identidad nacional y del sentido de pertenencia en el venezolano, MC tiende a ridiculizar que el MBR u otra organización revolucionaria levanten estas banderas, atribuyéndole a los personajes históricas connotaciones mágicas y religiosas en el seno del pueblo y no hondas raíces políticas en nuestra Historia como nación.
En el colmo del anti patriotismo, burlándose de conceptos de un indiscutible valor para una nación y su pueblo, de la befa de conceptos y valores patriótico-morales que para cualquier nación tienen no sólo connotaciones sagradas sino altamente respetables porque se reconoce en ellos el haber contribuido a la forja no ya de una nacionalidad nacida en una cruenta lucha de diez años –como lo fue la guerra nacional de independencia–, sino valores éticos, espirituales y humanos profundamente valiosos en la reivindicación del hombre venezolano como sujeto histórico, así dirá “Escogieron estos tres personajes porque son tres mitos que están en la conciencia popular. Si nosotros fuésemos un país profundamente católico, hubiesen escogido al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez tienen una ventaja inmensa, que es lo que hace que ellos puedan declararlos sus maestros, sus mentores y es que están muertos. Les puedes atribuir lo que te dé la gana”.
En los momentos de oprobio e indignidad; de opresión y entrega de una nación y sus riquezas por parte de pseudo demócratas o tiranuelos, que se levanten las banderas de los héroes y próceres patrios tiene una coherente y justificada explicación. Su pensamiento, su ejemplo, sus hazañas, permiten unir la conciencia nacional. Decir que Bolívar, San Martín, Juárez o José Martí son los autores intelectuales, ideológicos, históricos o mentores políticos de tal o cual movimiento revolucionario, no sólo es políticamente correcto, es que la historia de Nuestra América así lo ha demostrado.
LOS REVOLUCIONARIOS DE AMÉRICA SIEMPRE HAN LEVANTADO A SUS HÉROES
Tal vez el más reciente sea el ejemplo de la lucha del pueblo cubano contra la oprobiosa dictadura pro imperialista de Fulgencio Batista y la circunstancia que le tocó vivir al comandante Fidel Castro. Ya forma parte de la Historia Contemporánea de América su discurso conocido como “La Historia me Absolverá”, pronunciado cuando era juzgado en Santiago de Cuba por el Tribunal Militar a raíz del fracaso del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Cuando al líder cubano le fue preguntando por el Juez que llevaba la causa sobre quien era el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, éste dijo. “El autor intelectual es el Apóstol José Martí”.
Los peruanos levantan hoy el nombre del líder indígena TupacAmarú, como una forma de identificarse con sus héroes históricos indígenas en la lucha actual contra los que son opresores del pueblo peruano.
Los revolucionarios salvadoreños le pusieron al Frente Político Armado el nombre del héroe de la lucha nacional antiimperialista de la década del 30, Farabundo Martí.
Los insurgentes colombianos de las FARC, el ELN, las FPL constituyeron un frente militar-político que se llama “Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar”, en su enfrentamiento contra la cruel oligarquía colombiana. Los nicaragüenses identifican su movimiento liberador con el líder antimperialista Augusto César Sandino.
De manera, y eso lo sabe perfectamente Manuel Caballero, que no es ninguna maniobra traída por los cabellos levantar el nombre de tres forjadores de la nacionalidad como bandera y programa político para atraerse la simpatía del pueblo para una causa que consideran justa. Se está retomando los líderes históricos y se reactualizan.
Hay en la entrevista tres aspectos que aborda MC y son: 1. El querer descalificar política y militarmente a Chávez. 2. El señalar que no tiene ningún planteamiento o formulación programática salvo generalidades. 3. Poner en duda su honestidad y la de los restantes jefes rebeldes, al señalar que nadie garantiza que le quiten a unos corruptos para poner otros iguales o peores.
UNA DERROTA MILITAR TÁCTICA SE CONVIERTE EN UNA VICTORIA ESTRATÉGICA
Al serle preguntado si la fecha 4-F tenía algún valor histórico, responde que para él tiene más valor el 5 de febrero, “por lo que ha sucedido después, las corrientes de simpatía que se han creado alrededor de los alzados y alrededor de la figura de Hugo Chávez. Una figura que intelectualmente no vale nada y que militarmente, por lo visto vale bastante poco. La prueba suprema de un militar es que no supo hacer ni siquiera aquello para lo que estaba entrenado, es decir, perdió la batalla que había estado preparando desde hacía 10 años por lo menos”.
Caballero repite, como un vulgar loro o haciendo de eco de sus nuevos amos, lo dicho por el Ministro de la Defensa y el propio CAP. Incluso él, como historiador, sabe que muchas batallas que se han perdido al iniciarse una lucha, sin que por ello sus gestores sean de poco calor como estrategas militares, veamos algunos ejemplos.
El más genial estratega político y militar de América, Simón Bolívar, ¿no perdió la Plaza de Puerto Cabello para no citar sino la primera gran derrota que tuvo? ¿Eso lo disminuyó como estratega? Después de la formidable estrategia que fue Campaña Admirable y que permitió construir lo que se ha llamado la Segunda República, lo proclaman Libertador y no es, después derrotado por Boves y sus hordas asesinas? Del mismo Bolívar es esta frase “El arte de victoria se aprende con las derrotas”.
¿Qué mide la condición de estratega de uno o más hombres?
Vamos a la historia que es, en fin de cuentas, el único espejo de objetividad y preguntemos: ¿Es suficiente con pasar por una Academia Militar y abrevar en el estudio de la historia militar de la humanidad y tener una alta inteligencia y determinadas condiciones de estratega para ser un general victorioso?
¿Era Ezequiel Zamora un militar en el estricto sentido del término, lo eranLenín, Pancho Villa, Von Nguyen, Giap o Fidel Castro?
En los cinco nombrados se rompe el esquema de la formación militar académica clásica, nunca fueron militares ni cursaron estudios de guerra formales, sin embargo fueron estrategas de tal envergadura que la historia registra sus conducciones en momentos estelares de las luchas revolucionarias de sus respectivos países.
¿No concibió Ezequiel Zamora la extraordinaria Batalla de Santa Inés, que selló el triunfo de las armas federales contra la oligarquía y su ejército que quedó diezmado?
En academias militares como la de Francia se estudia esta como una batalla clásica y de las más perfectas en la historia de la humanidad.
¿Y qué decir de Lenín y Trotsky, que no sólo le dio, el primero, un vuelco a la primera revolución rusa de febrero de 1917, sino que con una estrategia inigualable, donde ambos participan, combinando la política con la cuestión militar, lograron la toma del poder para los bolcheviques y para los soviets en noviembre de 1917?
¿Qué más estrategia militar que ésa, copiada en muchos aspectos, incluso ‘aburguesada’ por diversos ideólogos y políticos derechistas, como CurzioMalaparte quien escribió su famosa obra: “La técnica del golpe de Estado” a partir de la información que le proporciona el propio León Trotsky?
El primero, Villa, mito y leyenda, destrozó el arte de la guerra proveniente de la Escuela Militar Francesa y Prusiana, creó nuevas técnicas militares y produjo batallas como la toma de Zacatecas donde destruyó el Ejército Federal de Victoriano Huerta en una brillante estrategia militar. Pancho Villa nunca fue a la escuela.
La Revolución Mexicana rompe todos los esquemas. Indios y campesinos analfabetas devinieron en geniales estrategas militares, citemos sólo dos casos: Pancho Villa yLázaroCárdenas.
El General Lázaro Cárdenas, de origen indígena, al principio no hablaba ni siquiera el castellano y eso no fue razón para que llegara al grado de General en el proceso de la Revolución e hiciera importantes aportes en el plano de la estrategia militar. Pero, ya como político ¿no fue bajo su gestión presidencial cuando se nacionalizó el petróleo enfrentando frontalmente a los yanquis? ¿Eso no implicó, además de una gran valentía, el desarrollo de una estrategia nacionalista para enfrentar al poderoso vecino, y vencerlo?
Vayamos ahora al suroeste de Asia. ¿Quién condujo a las fuerzas populares vietnamitas al triunfo sobre el descomunal ejército Francés en Diem Bien Fu, en 1954, trepando por montañas, en hombros a veces de aquellos bravos soldados, un ejército y su armamento para el cerco implacable a la fortaleza francesa que fue, finalmente, vencida? ¿Quién condujo al destrozo del super moderno ejército norteamericano en Da Nang en 1975 y en todo el Sur de Vietnam dirigido por Ho Chi Ming y NguyenGiap, propinándole al Ejército más poderoso de la tierra, soberbio y engreído, la más humillante y brutal de las derrota de todo el siglo XX?
Von NguyenGiap, un hijo de campesinos, que nunca fue al ejército tradicional y menos a una academia militar clásica, pero sin embargo fue el genial organizador del mil veces heroico y aguerrido Ejército Vietnamita y el estratega genial de infinidad de batallas contra los invasores franceses y norteamericanos a su patria.
¿No fracasó Fidel Castro en el intento de asalto al Cuartel Moncada?
¿Eso lo disminuyó, acaso, como estratega militar? ¿6 años después de aquel fracaso no entraba a la Habana victorioso con un nuevo ejército que había creado y un ejército títere destruido? ¿8 años después de su primer fracaso no dirigió la derrota de un ejército mercenario invasor en Playa Girón? ¿Más recientemente no condujo la derrota del poderoso ejército surafricano en Angola, cuando el Ejército Cubano allí acantonado le hizo morder el polvo de la derrota en Cuito Cuinavale al super poderoso ejércido surafricano, abriendo así las puertas para la liberación/fundación de Namibia y contribuyó, en términos aún no cuantificados, con la caída del apartheid en Suráfrica y la liberación de Nelson Mandela?
De manera que la derrota militar del Comandante Chávez y sus hombres el 4-F no señala necesariamente que sea un mal estratega, como tampoco se le puede descalificar como lo hace Caballero. Comparto lo que expresa el Profesor Edgar J. González en su trabajo: “Caballero: la izquierda oficial”, publicado en respuesta a las insidiosas declaraciones del historiador exizquierdista.
Dice: “Y el estilo de la generación formada luego de los difíciles años sesenta, con dos características esenciales: dada la masificación de la educación formal, cada vez más jóvenes de escasos recursos económicos podían ingresar a la Academia Militar, democratizando el acceso, hasta entonces casi exclusivamente reservado a las clases de mayores recursos.Ahora teníamos, en buena proporción, oficiales cultos, capacitados en mucho más que el simple manejo de las armas y su distribución en un teórico campo de batalla, conocedores de la realidad nacional y deseosos de contribuir a su mejoramiento efectivo”.
Seguramente que en la conducción militar del alzamiento del 4-F hubo errores, factores inesperados, delaciones o rajados de última hora. Ya saldrá a la luz toda la verdad. Chávez y sus compañeros tendrán que dar a conocer, en su momento, las causas de su fracaso y aprenderán con toda seguridad, de esa derrota. De todo esto algo es cierto: el pueblo venezolano está conmovido y hace suyas esas propuestas libertarias.
LA IZQUIERDA VENEZOLANA SE REPOTENCIÓ CON EL 4 DE FEBRERO
Lo que ha ocurrido después del 4-F rebasó al propio Chávez y ha enriquecido como nadie lo imagina ese proyecto, digamos que, entre otros hechos, repotenció una izquierda revolucionaria que estaba dispersa y adormilada, e incorporó nuevos elementos a esa corriente social.
Naturalmente la derrota táctica de Chávez se convirtió en una victoria estratégica, cuyos alcances hay que medirlos en la creciente politización de las masas, en la descomunal discusión que se da en todas partes de Venezuela, Ejército Nacional incluido, buscándose una salida a la grave situación que vive el país; derrotar el paquete económico neo liberal de CAP-AD-COPEI y las privatizaciones que propenden a desmantelar el país, –ejército incluido– y matar de hambre al pueblo.
Acabar con la corrupción. Cohesionar la nación en torno a sus valores más preclaros y rescatar la soberanía cada vez más menguada, impulsando un proyecto de desarrollo nacional independiente y soberano.
Con lo anterior entramos a comentar el señalamiento de MC de que el MRB carecía de programa.
CHÁVEZ Y LOS MILITARES DEL 4F TENÍAN UN PROGRAMA POLÍTICO
Soy de los que piensan que el problema medular de la sociedad venezolana en este momento es acabar con la política económica neo liberal con el paquete económico que impuso el FMI que está diezmando al pueblo venezolano y afectando a las nuevas generaciones. Por lo mismo hay que frenar y hacer retroceder las privatizaciones que conducen al desmantelamiento progresivo del país, incluido allí el Ejército al que se le tiene reservado el papel de policía represiva, como ocurrió en Panamá. En suma, desmantelar por decreto los monopolios económicos y hacer cumplir la Constitución, que tímidamente los prohíbe.
Sin embargo el problema de la corrupción es un problema estructural que ha pervertido, a través de la partidocracia de AD y Copei y la entronización de las cúpulas monopólicas extranjeras en la economía, hipertrofiando nuestro desarrollo, poniendo a nuestra nación de productora de dos o tres bienes (petróleo, hierro, aluminio) en función de los intereses del imperialismo norteamericano.
A ello se suma el nefasto populismo de AD y Copei, que se imbricó a la corrupción haciendo de ésta un fenómeno político-social que ha desdibujado el perfil de Venezuela como nación; ha invertido absolutamente toda la escala de valores morales, creando un conjunto de anti valores, anti héroes que abonan el camino del imperialismo que a través de sus igualmente anti valores ideológicos los utiliza para su labor neo colonizadora en su estrategia última de extracción de beneficios económicos irrestrictos en nuestro país, del saqueo de sus riquezas, la opresión y ruina de las clases medias y burguesas rurales y urbanas, lasuper explotación de la clase obrera y trabajadora; su constante búsqueda de desmantelarnos como nación, como literalmente lo han hecho en Panamá, para tristeza de su pueblo y de América.
De manera que levantar las banderas nacionales, los valores patrios de mayor significación histórica y política como lo son el pensamiento político de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora; el levantar banderas morales contra la corrupción son todo un programa mínimo que encuentra millones de seguidores en una nación frustrada durante varias centurias.
Hay un aspecto de la entrevista ya para concluir este trabajo, que es altamente importante y vale la pena por lo menos comentarlo.
Al comienzo de la entrevista Manuel Caballero, dice: “A mi la palabra patria me da náuseas” Al final de la misma señala, para mostrar su oposición mostrenca al intento insurgente del 4-F: “Yo prefiero el más corrompido y el más ineficaz de los gobiernos civiles, al más honesto y eficaz de los gobernantes militares”. ¡Bravo por ti, infeliz caballero!
Ambos planteamientos, cargados de veneno, de infamia, y de una sinceridad digna de mejor causa, en boca de un historiador y de un intelectual de la talla de Manuel Caballero, el revolucionario de ayer, el ideólogo, el marxista, el socialista, resultan no sólo una impostura sino la apostasía de un hombre que perdió hace mucho el rumbo ideológico y la dignidad personal.
Un intelectual de derecha, que miente y falsea deliberadamente la historia de su país; que intenta malamente ideologizar el discurso vende patria de CAP-AD-Eduardo Fernández-Copei, para tratar, en el maltrecho juego de las palabras politiqueras y los escasos tecnicismos, justificarlo. Habría que preguntarle a Manuel Caballero, a quien la palabra patria le produce náuseas, ¿cómo es que un gobierno tan ineficaz, corrompido, anti patriótico, criminal, genocida (recordemos al 27-F) y autoritario como el actual le atrae más que la propuesta de honestidad y eficacia surgida de los bolivarianos en 4-F y que no necesariamente tiene que ser una dictadura militar? ¿Cómo es que la patria le produce náuseas, mientras le agrada un régimen anti patriótico que se ensucia todos los días en la Constitución y en el pueblo y está vendiendo la nación?
Extraño caso de estos conversos, que la auténtica izquierda los desprecia por rábulas, por apóstatas y la derecha simplemente los aprovecha mientras puedan serles útiles, ya que ni siquiera, con todo y traiciones ideológicas y políticas, clasifican para derechistas, verdaderos sicarios de la política. (19-4-92)
Caracas, 19 de abril de 1992
Artículo publicado en mi libro:“Hugo Chávez Frías: del 4 de Febrero a la V República”, Fondo Editorial Caracola, Caracas 1998.Reedición por la Comisión Presidencial Conmemorativa de los 20 años del 4 de Febrero, Caracas 2012.
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martes, 13 de octubre de 2015
Sergio Rodríguez Gelfenstein: ¡Ahora si comenzó la guerra contra el terrorismo!
A pesar de lo que se ha querido construir a través de las grandiosas súper producciones hollywoodenses, lo verdaderamente cierto es que Estados Unidos ha fundado sus victorias en la mentira y en la apariencia de una efectividad militar que no pasa de ser una quimera. Ello lo atestiguan varias de sus actuaciones durante el transcurrir de la historia: la explosión del acorazado Maine en la Bahía de la Habana, Cuba en 1898, la intervención en Filipinas ese mismo año, Pearl Harbor en 1941, el Golfo de Tonkin, Vietnam en 1964, Granada en 1983, hasta las más recientes falacias referidas a la posesión de armas nucleares por Irak que devino en la invasión a ese país en 2003 y la supuesta represión del gobierno de Libia contra manifestantes que dio cabida a los bombardeos de la OTAN, el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi, la transformación de ese país en un Estado fallido y la crisis de migrantes que hoy enfrenta Europa.
Sin embargo, en Siria, no han podido edificar una farsa cinematográfica de tal estilo. Las acciones emprendidas por Rusia en alianza con Irán, Irak, Siria, Hezbollah y las organizaciones que representan al pueblo kurdo, lo han impedido poniendo en evidencia la incapacidad militar de Estados Unidos, mostrando su verdadero talante, el cual obstruye el sostenido discurso de combate al terrorismo. Al contrario, en días recientes, la potencia norteamericana y sus adláteres en la región, armados y financiados por el Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA se han visto obligados a dar explicaciones por fallidas acciones llevadas a cabo por sus fuerzas armadas, las que son expresión de un extravío estratégico, una mediocridad operativa y una táctica imperfecta. Los tres niveles están fallando, lo cual es manifestación de una debacle, sólo comprensible por su subordinación única a la tecnología, mientras se subestima el factor humano y su capacidad e inteligencia como elemento decisivo para la toma de decisiones.
Por un lado, Estados Unidos bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán causando 22 víctimas fatales y decenas de heridos. Como ya va siendo habitual, el presidente estadounidense pidió perdón y asunto resuelto. A esperar el próximo “error” y los venideros “daños colaterales” que ya se cuentan por miles en los países invadidos por Estados Unidos en el Medio Oriente. Para no ser menos, la fuerza aérea de Arabia Saudita atacó una fiesta de matrimonio en Yemen asesinando 130 ciudadanos que participaban de la ceremonia. Nada de ello ha impedido que los rebeldes huties sigan avanzando en territorio saudita donde ya ocupan la mayor parte de las provincias de Jizán y Najrán, -con un territorio superior a los 100 mil kilómetros cuadrados- las cuales pertenecieron históricamente a Yemen, y fueron ocupadas por Arabia Saudita, aunque la mayoría de su población perpetúan su identidad chiitas y ¬¬¬yemenita. Así mismo, las fuerzas armadas de la monarquía, continúan sufriendo cuantiosas pérdidas materiales y humanas, incluyendo altos jerarcas militares del régimen de Riad, que fueron aniquilados en un ataque con cohetes a una importante base militar, todo lo cual ha sido ocultado por la prensa occidental. En otro ámbito, en Egipto fueron asesinados 12 ciudadanos, 8 de ellos mexicanos, también por un “error” de las fuerzas armadas de ese país, asesoradas y entrenadas por Estados Unidos. Tres países, tres deslices producidos por una obsesión anti terrorista que no ha producido resultados positivos tangibles. Por el contrario, 14 años después del inicio de dicha cruzada por el presidente Bush, ni en Afganistán, ni en Irak, mucho menos en Libia o Siria la coalición occidental ha logrado éxitos que puedan justificar los multimillonarios presupuestos invertidos en ello. Todo ha sido una gran farsa cuyo principal protagonista es el sistema imperial de Estados Unidos y sus actores más relevantes, sus ineficientes fuerzas armadas que sólo en Hollywood, CNN y Fox pueden logran ser transformados en héroes.
Como dije antes, en Siria quisieron construir la misma trama y ¡Oh sorpresa!, la denuncia vino esta vez desde las propias entrañas de las fuerzas armadas imperiales. Según informa el investigador español Enrique Montánchez quien a su vez, cita al diario New York Times, medio centenar de analistas de inteligencia del Mando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, encabezados por Gregory Hooker el analista de más alto nivel sobre Irak en el Mando Central (CENTCOM, por sus siglas en inglés), “han acusado a militares de alta graduación por obligarles a manipular sus informes para presentar un escenario optimista de la guerra que la coalición internacional libra contra los terroristas del Estado Islámico en Siria e Irak”, que comenzaron en agosto de 2014.
Hooker afirmó que sus jefes les exigieron cambiar los datos sobre el estado real de preparación de las fuerzas armadas iraquíes y presentar una imagen favorable del resultado de las acciones aéreas de Estados Unidos en Irak y Siria. Se trata, dijo, de “politizar” los resultados para mostrar a las altas autoridades políticas y de inteligencia del país, éxitos que no se han obtenido. Ante esto, David Faulkner antiguo director de objetivos en CENTCOM quien trabajó con los analistas sobre Irak afirmó que no había objetivos estratégicos, “Esto no es más que la guerra por la guerra”, dijo, todo lo cual ha hecho estallar la ira entre los miembros del Congreso de Estados Unidos.
Esta situación contrasta con las acciones concretas que Rusia ha comenzado a ejecutar en la lucha contra el terrorismo. En su comparecencia en la Asamblea General de la ONU, el pasado 2 de octubre, el presidente Vladimir Putin expuso que su país consideraba un enorme error el rechazo a cooperar con las autoridades sirias y con su Ejército, tomando en cuenta que sólo estas fuerzas y la milicia kurda eran las únicas que estaban luchando realmente contra el EI y otras organizaciones terroristas.
Por otro lado, el mandatario ruso, afirmó que "Es hipócrita e irresponsable hablar sobre la amenaza terrorista internacional y al mismo tiempo, hacer la vista gorda ante los canales de financiación y el apoyo que se brinda a los terroristas o intentar manipular a los grupos extremistas para alcanzar objetivos políticos propios". En ese sentido, propuso crear una amplia coalición de fuerzas, en la que los países musulmanes deberían jugar el papel preponderante en el combate al terrorismo, para lo cual es clave apoyar al gobierno legítimo de Siria.
Antes, ya se había dado el primer paso. El 25 de septiembre se anunció la creación en Bagdad de un centro de coordinación de operaciones militares conformado por Irán, Rusia, Siria y el país sede. Así mismo participan en el Centro, representantes de Hezbollah de Líbano y de las milicias kurdas. Según el Canciller ruso, Serguei Lavrov dicho estamento servirá para coordinar las acciones contra el Estado Islámico.
A pesar de la falta de voluntad de Estados Unidos y la OTAN de involucrarse realmente en las acciones contra el grupo terrorista, Rusia y sus aliados pasaron de inmediato de las palabras y los aprestos orga¬¬¬nizativos que evidentemente se venían disponiendo con mucha anterioridad, a los hechos concretos: las fuerzas armadas rusas comenzaron a realizar ataque¬¬s aéreos contra objetivos seleccionados del Estado Islámico. A continuación, decenas de misiles fueron lanzados contra blancos fijos y móviles, principalmente puestos de mando y control, centros de aseguramiento logístico y campos de entrenamiento, con el fin claro de debilitar la capacidad de dirección, capacitación y abastecimiento de la organización terrorista. Posteriormente, cuatro buques de la Armada rusa dispararon 26 misiles Kalibr contra 11 objetivos, logrando la destrucción de todos los blancos. Estas acciones fueron coordinadas con los aliados de los países musulmanes y planificadas con antelación.
En otra faceta de los hechos, vale destacar la transparencia informativa que caracteriza las acciones bélicas. El propio ministro de defensa ruso Serguei Shoigú ha dado a conocer los resultados de las operaciones. Los daños causados han sido verificados a través de satélites y por observación directa de la aviación militar. El vocero del ministerio de defensa de ese país informa puntualmente de las acciones combativas. No hay, en este caso, falsos informes de analistas, a fin de “hacer felices” a los generales, a los senadores y al presidente.
En la primera semana de operaciones en Siria, fueron destruidos además 32 vehículos blindados y golpeados 112 objetivos. Los éxitos logrados han servido como preparación para una ofensiva terrestre que adelanta el Ejército Árabe Sirio, la cual ha producido la desbandada de los combatientes y mercenarios al servicio del EI, que en número de 3000 han cruzado la frontera hacia Jordania. Así mismo, las autoridades iraquíes están estudiando la posibilidad de que las operaciones también se realicen en su territorio, poniendo en duda, -en la práctica- la efectividad de las acciones de la coalición dirigida por Estados Unidos. Ello ha conducido a que sectores influyentes de las monarquías árabes intenten disuadir a Irak de tal decisión.
Entre tanto, Rusia ha insistido en la solicitud a Estados Unidos y los países occidentales de incorporarse a la coalición. La contradicción de fondo es que Estados Unidos ha planteado que las acciones deben estar encaminadas a derrocar el gobierno de Bashar el Assad, mientras que Rusia sostiene que la única forma de derrotar el terrorismo es contando con la participación activa y protagónica de Siria, su gobierno y sus fuerzas armadas. Por el contrario, Estados Unidos se ha negado a facilitar a Rusia los datos de inteligencia que posee sobre los grupos terroristas, convirtiéndose de esa forma en protector, cómplice y salvaguarda de dichas organizaciones a las que dice combatir.
En el trasfondo, las acciones de una y otra coalición han puesto en el tapete del debate internacional las intenciones reales de cada alianza en su lucha contra el terrorismo. El nerviosismo del gobierno de Estados Unidos surge de que las acciones realizadas por Rusia y sus aliados le conducen a perder la bandera de lucha contra el terrorismo que izaron a partir del 11 de septiembre de 2001 y que tanto al gobierno republicano como al demócrata les ha servido como eje estructurador de las relaciones internacionales a nivel global, bajo su hegemonía. Aquel discurso del presidente Bush del 20 de septiembre de ese año cuando dijo “O están con nosotros o están con el terrorismo” ha perdido total validez. La cercanía de Estados Unidos con los terroristas se ha hecho evidente, hoy los protegen evitando que otros les puedan dar golpes efectivos, a fin de causarle pérdidas reales a su máquina de muerte y destrucción. Al perder la bandera de adalid en la lucha contra el terrorismo, Estados Unidos está destruyendo el principal instrumento que había utilizado en su intención de configurar un nuevo mapa del Medio Oriente, creando territorios y naciones que sirvan a sus intereses imperiales. Esto, evidentemente tendrá trascendentales repercusiones en la región y en todo el mundo.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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Sin embargo, en Siria, no han podido edificar una farsa cinematográfica de tal estilo. Las acciones emprendidas por Rusia en alianza con Irán, Irak, Siria, Hezbollah y las organizaciones que representan al pueblo kurdo, lo han impedido poniendo en evidencia la incapacidad militar de Estados Unidos, mostrando su verdadero talante, el cual obstruye el sostenido discurso de combate al terrorismo. Al contrario, en días recientes, la potencia norteamericana y sus adláteres en la región, armados y financiados por el Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA se han visto obligados a dar explicaciones por fallidas acciones llevadas a cabo por sus fuerzas armadas, las que son expresión de un extravío estratégico, una mediocridad operativa y una táctica imperfecta. Los tres niveles están fallando, lo cual es manifestación de una debacle, sólo comprensible por su subordinación única a la tecnología, mientras se subestima el factor humano y su capacidad e inteligencia como elemento decisivo para la toma de decisiones.
Por un lado, Estados Unidos bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán causando 22 víctimas fatales y decenas de heridos. Como ya va siendo habitual, el presidente estadounidense pidió perdón y asunto resuelto. A esperar el próximo “error” y los venideros “daños colaterales” que ya se cuentan por miles en los países invadidos por Estados Unidos en el Medio Oriente. Para no ser menos, la fuerza aérea de Arabia Saudita atacó una fiesta de matrimonio en Yemen asesinando 130 ciudadanos que participaban de la ceremonia. Nada de ello ha impedido que los rebeldes huties sigan avanzando en territorio saudita donde ya ocupan la mayor parte de las provincias de Jizán y Najrán, -con un territorio superior a los 100 mil kilómetros cuadrados- las cuales pertenecieron históricamente a Yemen, y fueron ocupadas por Arabia Saudita, aunque la mayoría de su población perpetúan su identidad chiitas y ¬¬¬yemenita. Así mismo, las fuerzas armadas de la monarquía, continúan sufriendo cuantiosas pérdidas materiales y humanas, incluyendo altos jerarcas militares del régimen de Riad, que fueron aniquilados en un ataque con cohetes a una importante base militar, todo lo cual ha sido ocultado por la prensa occidental. En otro ámbito, en Egipto fueron asesinados 12 ciudadanos, 8 de ellos mexicanos, también por un “error” de las fuerzas armadas de ese país, asesoradas y entrenadas por Estados Unidos. Tres países, tres deslices producidos por una obsesión anti terrorista que no ha producido resultados positivos tangibles. Por el contrario, 14 años después del inicio de dicha cruzada por el presidente Bush, ni en Afganistán, ni en Irak, mucho menos en Libia o Siria la coalición occidental ha logrado éxitos que puedan justificar los multimillonarios presupuestos invertidos en ello. Todo ha sido una gran farsa cuyo principal protagonista es el sistema imperial de Estados Unidos y sus actores más relevantes, sus ineficientes fuerzas armadas que sólo en Hollywood, CNN y Fox pueden logran ser transformados en héroes.
Como dije antes, en Siria quisieron construir la misma trama y ¡Oh sorpresa!, la denuncia vino esta vez desde las propias entrañas de las fuerzas armadas imperiales. Según informa el investigador español Enrique Montánchez quien a su vez, cita al diario New York Times, medio centenar de analistas de inteligencia del Mando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, encabezados por Gregory Hooker el analista de más alto nivel sobre Irak en el Mando Central (CENTCOM, por sus siglas en inglés), “han acusado a militares de alta graduación por obligarles a manipular sus informes para presentar un escenario optimista de la guerra que la coalición internacional libra contra los terroristas del Estado Islámico en Siria e Irak”, que comenzaron en agosto de 2014.
Hooker afirmó que sus jefes les exigieron cambiar los datos sobre el estado real de preparación de las fuerzas armadas iraquíes y presentar una imagen favorable del resultado de las acciones aéreas de Estados Unidos en Irak y Siria. Se trata, dijo, de “politizar” los resultados para mostrar a las altas autoridades políticas y de inteligencia del país, éxitos que no se han obtenido. Ante esto, David Faulkner antiguo director de objetivos en CENTCOM quien trabajó con los analistas sobre Irak afirmó que no había objetivos estratégicos, “Esto no es más que la guerra por la guerra”, dijo, todo lo cual ha hecho estallar la ira entre los miembros del Congreso de Estados Unidos.
Esta situación contrasta con las acciones concretas que Rusia ha comenzado a ejecutar en la lucha contra el terrorismo. En su comparecencia en la Asamblea General de la ONU, el pasado 2 de octubre, el presidente Vladimir Putin expuso que su país consideraba un enorme error el rechazo a cooperar con las autoridades sirias y con su Ejército, tomando en cuenta que sólo estas fuerzas y la milicia kurda eran las únicas que estaban luchando realmente contra el EI y otras organizaciones terroristas.
Por otro lado, el mandatario ruso, afirmó que "Es hipócrita e irresponsable hablar sobre la amenaza terrorista internacional y al mismo tiempo, hacer la vista gorda ante los canales de financiación y el apoyo que se brinda a los terroristas o intentar manipular a los grupos extremistas para alcanzar objetivos políticos propios". En ese sentido, propuso crear una amplia coalición de fuerzas, en la que los países musulmanes deberían jugar el papel preponderante en el combate al terrorismo, para lo cual es clave apoyar al gobierno legítimo de Siria.
Antes, ya se había dado el primer paso. El 25 de septiembre se anunció la creación en Bagdad de un centro de coordinación de operaciones militares conformado por Irán, Rusia, Siria y el país sede. Así mismo participan en el Centro, representantes de Hezbollah de Líbano y de las milicias kurdas. Según el Canciller ruso, Serguei Lavrov dicho estamento servirá para coordinar las acciones contra el Estado Islámico.
A pesar de la falta de voluntad de Estados Unidos y la OTAN de involucrarse realmente en las acciones contra el grupo terrorista, Rusia y sus aliados pasaron de inmediato de las palabras y los aprestos orga¬¬¬nizativos que evidentemente se venían disponiendo con mucha anterioridad, a los hechos concretos: las fuerzas armadas rusas comenzaron a realizar ataque¬¬s aéreos contra objetivos seleccionados del Estado Islámico. A continuación, decenas de misiles fueron lanzados contra blancos fijos y móviles, principalmente puestos de mando y control, centros de aseguramiento logístico y campos de entrenamiento, con el fin claro de debilitar la capacidad de dirección, capacitación y abastecimiento de la organización terrorista. Posteriormente, cuatro buques de la Armada rusa dispararon 26 misiles Kalibr contra 11 objetivos, logrando la destrucción de todos los blancos. Estas acciones fueron coordinadas con los aliados de los países musulmanes y planificadas con antelación.
En otra faceta de los hechos, vale destacar la transparencia informativa que caracteriza las acciones bélicas. El propio ministro de defensa ruso Serguei Shoigú ha dado a conocer los resultados de las operaciones. Los daños causados han sido verificados a través de satélites y por observación directa de la aviación militar. El vocero del ministerio de defensa de ese país informa puntualmente de las acciones combativas. No hay, en este caso, falsos informes de analistas, a fin de “hacer felices” a los generales, a los senadores y al presidente.
En la primera semana de operaciones en Siria, fueron destruidos además 32 vehículos blindados y golpeados 112 objetivos. Los éxitos logrados han servido como preparación para una ofensiva terrestre que adelanta el Ejército Árabe Sirio, la cual ha producido la desbandada de los combatientes y mercenarios al servicio del EI, que en número de 3000 han cruzado la frontera hacia Jordania. Así mismo, las autoridades iraquíes están estudiando la posibilidad de que las operaciones también se realicen en su territorio, poniendo en duda, -en la práctica- la efectividad de las acciones de la coalición dirigida por Estados Unidos. Ello ha conducido a que sectores influyentes de las monarquías árabes intenten disuadir a Irak de tal decisión.
Entre tanto, Rusia ha insistido en la solicitud a Estados Unidos y los países occidentales de incorporarse a la coalición. La contradicción de fondo es que Estados Unidos ha planteado que las acciones deben estar encaminadas a derrocar el gobierno de Bashar el Assad, mientras que Rusia sostiene que la única forma de derrotar el terrorismo es contando con la participación activa y protagónica de Siria, su gobierno y sus fuerzas armadas. Por el contrario, Estados Unidos se ha negado a facilitar a Rusia los datos de inteligencia que posee sobre los grupos terroristas, convirtiéndose de esa forma en protector, cómplice y salvaguarda de dichas organizaciones a las que dice combatir.
En el trasfondo, las acciones de una y otra coalición han puesto en el tapete del debate internacional las intenciones reales de cada alianza en su lucha contra el terrorismo. El nerviosismo del gobierno de Estados Unidos surge de que las acciones realizadas por Rusia y sus aliados le conducen a perder la bandera de lucha contra el terrorismo que izaron a partir del 11 de septiembre de 2001 y que tanto al gobierno republicano como al demócrata les ha servido como eje estructurador de las relaciones internacionales a nivel global, bajo su hegemonía. Aquel discurso del presidente Bush del 20 de septiembre de ese año cuando dijo “O están con nosotros o están con el terrorismo” ha perdido total validez. La cercanía de Estados Unidos con los terroristas se ha hecho evidente, hoy los protegen evitando que otros les puedan dar golpes efectivos, a fin de causarle pérdidas reales a su máquina de muerte y destrucción. Al perder la bandera de adalid en la lucha contra el terrorismo, Estados Unidos está destruyendo el principal instrumento que había utilizado en su intención de configurar un nuevo mapa del Medio Oriente, creando territorios y naciones que sirvan a sus intereses imperiales. Esto, evidentemente tendrá trascendentales repercusiones en la región y en todo el mundo.
sergioro07@hotmail.com / Barómetro Internacional
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jueves, 8 de octubre de 2015
Humberto Gómez García: De Robert Serra a Zulay Aguirre, una misma lucha, una misma bandera
Trincheras de Ideas
Hace exactamente un año caían inmolados dos jóvenes promesas de la Patria, Robert Serra y su camarada y amiga, María Herrera.
¿Qué le habían hecho estos jóvenes cargados de pureza al “El Colombia”, Leiver Padila y su banda de asesinos paramilitares colombianos y venezolanos, incluido su hijo y otros miembros de lo que dice es su familia. ¿Qué tanto daño le hicieron a Álvaro Uribe, ese monstruo genocida, responsable de la muerte de miles de colombianos, que ordenó sus muertes, esos dos jóvenes enamorados de la Revolución que estaban construyendo?
Ha pasado un año de aquel terrible suceso y en esos doce meses se han producido importantísimos hechos, trascendentales diría yo, que han estremecido la más honda sensibilidad de nuestro pueblo. Pudieran escogerse tres para no hacer tan extensa la brevedad del artículo.
La primera es la decisión del presidente Maduro, de su Gobierno y del Estado venezolano en buscar hasta debajo de las piedras hasta el último integrante de la banda criminal/paramilitar y sus autores intelectuales. Con paciencia se movió la Inteligencia del Estado venezolano buscando los asesinos. Uribe hizo, con su alta cuota de poder e influencias dentro de los poderes del Estado colombiano, lo imposible para evitar que Leiver Padilla no fuese extraditado a Venezuela, incluso eso le costó el cargo al embajador uribista colombiano en VenezuelaLuis Eladio Pérez,quién pretendió manipular con la colombianidad de Padilla hizo una defensa a destiempo del criminal y metió su hocico en los asuntos internos del país y fue reprendido por su jefa la cancillera Holguín.
Pasaron meses, seguramente de intensas luchas y enfrentamientos dentro del establishment colombiano tratando Uribe que Padilla se quedara allá; al final la sensatez y la legalidad se impusieron y el criminal fue extraditado y está siendo enjuiciado.
Cayó un autor intelectual menor, Julio Vélez, asesino de su esposa, protegido por Jaime Granados, abogado de Álvaro Uribe Vélez.Dueño de la empresa cambiaria “Meca Cambio”, empleada para el lavado de dinero fronterizo. El delincuente era el coordinador, preparador y financista del crimen del diputado revolucionario. Falta uno por apresar y enjuiciar, el capo/paraco mayor, Uribe, que ordenó esa muerte. La mano de la justicia es larga y alcanzarán a este criminal, Rober y María serán vengados.
La segunda, el impacto que se produjo y produce en amplios sectores juveniles del país. Con el asesinato de Robert y María, el demente Uribe quería matar los sueños juveniles de estos jóvenes, cortar de cuajo su desarrollo como líderes políticos, promesas del mañana. Igualmente querían él y su gang mafioso y criminal amedrentar, asustar a la juventud, que su ejemplo no cristalizara en los jóvenes, se replegara de la participación política, volvieran a la idiotez, a lo insulso, lo banal. Pero resultó todo lo contrario porque el ejemplo de Robert ya había cuajado en el seno de los jóvenes. Baste verlo en cómo han surgido en este año organizaciones populares que llevan el nombre del joven revolucionario socialista. Y, quizás el aporte más importante, la masiva apertura a la juventud en las planchas del Psuv.
La tercera es, a mi juicio, realmente sorprendente por inédita. Zulay Aguirre, una madre adolorida que en el medio de su pena, de haber perdido a su hijo amado, promesa política del futuro del país, antes que cayera al suelo la bandera redentoras de la Revolución, ella las tomó entre sus amorosas manos, las levantó con gesto ceñudo y gritó: “¡Adelante!La roja bandera que llevaba mi hijo en las batallas políticas cuando iba a la vanguardia de miles de jóvenes defendiendo a Chávez, su padre y maestro político, y a la revolución de los humildes, ahora yo la llevaré y no la dejaré caer”.
Como un huracán tropical la vida de ZulayAguirre se movió este año desde la muerte de Robert. Su vida cambió totalmente, pudiera decirse que se produjo una metamorfosis en ella. No es una metáfora aquello que levantó la bandera revolucionaria que llevaba Robert en la vanguardia. Junto a la bandera iban los ideales revolucionarios, las esperanzas de un pueblo que construye su redención. Traía una base, su trabajo social entre las comunidades y su militancia política en el chavismo. Y, algo que no se ha dicho, su hijo era su maestro de política. Pero la muerte de Robert fue un corrientazo en la vida de Zulay, esa humilde y valiente mujer dio, lo que en las ciencia marxista del materialismo histórico se llama un Salto de Calidad o Cualitativo. Comenzó a emerger una militante política con fuerza de liderazgo, con la sabiduría popular de ese pueblo del que ella viene.
Lanzó su candidatura a diputada en las elecciones internas del Psuv por el Circuito 2, donde iban nombres de peso, políticos renqueados, jóvenes que iban subiendo como cohetes en el zenit de la política. Hizo recorridos, contactó miles de personas y, finalmente, fue elegida como candidata a diputada en las masivas elecciones del 28 de junio. Es la candidata a diputada de mayor arraigo popular, sus avances políticos son notorios y, lo hemos visto, su discurso sencillo, directo, utilizando el mismo que utiliza el pueblo para entenderse, pero con su carga política revolucionaria, esperanzadora, le llega a los vecinos, a la gente de los cerros y zonas altas de parroquias como San Juan, en los urbanismos de la Misión Vivienda, en la ciudadela de bloques que es la parroquia 23 de enero.
Una singular e inédita situación donde hijo y madre se reencuentran en la lucha política. La madre sigue la lucha y los ideales del hijo. No es cualquier cosa ser diputada de una instancia tan importante y poderosa como la Asamblea Nacional desde donde se traza en buena medida el destino del país. ¡Éxitos camarada Zulay! (05/10/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)
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Hace exactamente un año caían inmolados dos jóvenes promesas de la Patria, Robert Serra y su camarada y amiga, María Herrera.
¿Qué le habían hecho estos jóvenes cargados de pureza al “El Colombia”, Leiver Padila y su banda de asesinos paramilitares colombianos y venezolanos, incluido su hijo y otros miembros de lo que dice es su familia. ¿Qué tanto daño le hicieron a Álvaro Uribe, ese monstruo genocida, responsable de la muerte de miles de colombianos, que ordenó sus muertes, esos dos jóvenes enamorados de la Revolución que estaban construyendo?
Ha pasado un año de aquel terrible suceso y en esos doce meses se han producido importantísimos hechos, trascendentales diría yo, que han estremecido la más honda sensibilidad de nuestro pueblo. Pudieran escogerse tres para no hacer tan extensa la brevedad del artículo.
La primera es la decisión del presidente Maduro, de su Gobierno y del Estado venezolano en buscar hasta debajo de las piedras hasta el último integrante de la banda criminal/paramilitar y sus autores intelectuales. Con paciencia se movió la Inteligencia del Estado venezolano buscando los asesinos. Uribe hizo, con su alta cuota de poder e influencias dentro de los poderes del Estado colombiano, lo imposible para evitar que Leiver Padilla no fuese extraditado a Venezuela, incluso eso le costó el cargo al embajador uribista colombiano en VenezuelaLuis Eladio Pérez,quién pretendió manipular con la colombianidad de Padilla hizo una defensa a destiempo del criminal y metió su hocico en los asuntos internos del país y fue reprendido por su jefa la cancillera Holguín.
Pasaron meses, seguramente de intensas luchas y enfrentamientos dentro del establishment colombiano tratando Uribe que Padilla se quedara allá; al final la sensatez y la legalidad se impusieron y el criminal fue extraditado y está siendo enjuiciado.
Cayó un autor intelectual menor, Julio Vélez, asesino de su esposa, protegido por Jaime Granados, abogado de Álvaro Uribe Vélez.Dueño de la empresa cambiaria “Meca Cambio”, empleada para el lavado de dinero fronterizo. El delincuente era el coordinador, preparador y financista del crimen del diputado revolucionario. Falta uno por apresar y enjuiciar, el capo/paraco mayor, Uribe, que ordenó esa muerte. La mano de la justicia es larga y alcanzarán a este criminal, Rober y María serán vengados.
La segunda, el impacto que se produjo y produce en amplios sectores juveniles del país. Con el asesinato de Robert y María, el demente Uribe quería matar los sueños juveniles de estos jóvenes, cortar de cuajo su desarrollo como líderes políticos, promesas del mañana. Igualmente querían él y su gang mafioso y criminal amedrentar, asustar a la juventud, que su ejemplo no cristalizara en los jóvenes, se replegara de la participación política, volvieran a la idiotez, a lo insulso, lo banal. Pero resultó todo lo contrario porque el ejemplo de Robert ya había cuajado en el seno de los jóvenes. Baste verlo en cómo han surgido en este año organizaciones populares que llevan el nombre del joven revolucionario socialista. Y, quizás el aporte más importante, la masiva apertura a la juventud en las planchas del Psuv.
La tercera es, a mi juicio, realmente sorprendente por inédita. Zulay Aguirre, una madre adolorida que en el medio de su pena, de haber perdido a su hijo amado, promesa política del futuro del país, antes que cayera al suelo la bandera redentoras de la Revolución, ella las tomó entre sus amorosas manos, las levantó con gesto ceñudo y gritó: “¡Adelante!La roja bandera que llevaba mi hijo en las batallas políticas cuando iba a la vanguardia de miles de jóvenes defendiendo a Chávez, su padre y maestro político, y a la revolución de los humildes, ahora yo la llevaré y no la dejaré caer”.
Como un huracán tropical la vida de ZulayAguirre se movió este año desde la muerte de Robert. Su vida cambió totalmente, pudiera decirse que se produjo una metamorfosis en ella. No es una metáfora aquello que levantó la bandera revolucionaria que llevaba Robert en la vanguardia. Junto a la bandera iban los ideales revolucionarios, las esperanzas de un pueblo que construye su redención. Traía una base, su trabajo social entre las comunidades y su militancia política en el chavismo. Y, algo que no se ha dicho, su hijo era su maestro de política. Pero la muerte de Robert fue un corrientazo en la vida de Zulay, esa humilde y valiente mujer dio, lo que en las ciencia marxista del materialismo histórico se llama un Salto de Calidad o Cualitativo. Comenzó a emerger una militante política con fuerza de liderazgo, con la sabiduría popular de ese pueblo del que ella viene.
Lanzó su candidatura a diputada en las elecciones internas del Psuv por el Circuito 2, donde iban nombres de peso, políticos renqueados, jóvenes que iban subiendo como cohetes en el zenit de la política. Hizo recorridos, contactó miles de personas y, finalmente, fue elegida como candidata a diputada en las masivas elecciones del 28 de junio. Es la candidata a diputada de mayor arraigo popular, sus avances políticos son notorios y, lo hemos visto, su discurso sencillo, directo, utilizando el mismo que utiliza el pueblo para entenderse, pero con su carga política revolucionaria, esperanzadora, le llega a los vecinos, a la gente de los cerros y zonas altas de parroquias como San Juan, en los urbanismos de la Misión Vivienda, en la ciudadela de bloques que es la parroquia 23 de enero.
Una singular e inédita situación donde hijo y madre se reencuentran en la lucha política. La madre sigue la lucha y los ideales del hijo. No es cualquier cosa ser diputada de una instancia tan importante y poderosa como la Asamblea Nacional desde donde se traza en buena medida el destino del país. ¡Éxitos camarada Zulay! (05/10/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)
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miércoles, 7 de octubre de 2015
Alberto Aranguibel: ¡Basta de defensa, Obama!
En su discurso ante la septuagésima Asamblea General de la ONU, el presidente de Estados Unidos hizo honor a su chapucero Premio Nobel de la Paz, ofreciéndole a los aliados su más decidido apoyo, incluso con las balas si llegara a hacer falta: “Nunca dudaré en proteger a mi país o a nuestros aliados de forma unilateral o por la fuerza en caso de que sea necesario”.
Fustigó el empeño del mundo en la creencia en religiones e ideologías a las que llamó atrasadas y decadentes. A toda noción de soberanía la calificó despiadadamente de “sectaria o tribal”, y sin ningún miramiento se colocó él mismo al frente de la lucha por acabar con ellas.
Una lógica verdaderamente absurda, no solo por la naturaleza antidemocrática del planteamiento, sino porque el mismo Obama dice en ese discurso a voz en cuello que: “Aquellas naciones que persiguen las ideas dan muestras de debilidad”, refiriéndose seguramente a cualquier otra nación del planeta menos a EEUU, donde la justicia mantiene en cautiverio a un luchador social puertorriqueño como Raúl López Rivera, preso en ese país desde hace más de 30 años por expresar su deseo de independencia para su pueblo.
A una semana de ese cínico discurso, los bombarderos norteamericanos destruyen “por equivocación” un hospital en la ciudad afgana de Kunduz con el horrendo saldo de al menos dos decenas de muertos y una treintena de heridos de gravedad, amén de los incuantificables daños materiales que el ataque causó.
Como siempre, las bombas caen donde no tienen que caer y las víctimas son seres humanos inocentes que nada tienen que ver con la injusticia de las guerras desatadas por el imperio a su más arbitrario antojo.
También como siempre, el único castigo es una impúdica disculpa diplomática ofrecida por el Presidente norteamericano o por sus voceros del Departamento de Estado. Se trata de eventos que Obama justifica en nombre de su seguridad y la de sus aliados, elevando a cuatro las veces que ha pedido disculpas este año por las muertes “accidentales” que sus marines causan en el mundo. Pero no son disculpas lo que el mundo quiere. Sino que, si así va a ser la defensa de la libertad, mejor será… ¡que no la defienda más!
@soyaranguibel / ÚN
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Fustigó el empeño del mundo en la creencia en religiones e ideologías a las que llamó atrasadas y decadentes. A toda noción de soberanía la calificó despiadadamente de “sectaria o tribal”, y sin ningún miramiento se colocó él mismo al frente de la lucha por acabar con ellas.
Una lógica verdaderamente absurda, no solo por la naturaleza antidemocrática del planteamiento, sino porque el mismo Obama dice en ese discurso a voz en cuello que: “Aquellas naciones que persiguen las ideas dan muestras de debilidad”, refiriéndose seguramente a cualquier otra nación del planeta menos a EEUU, donde la justicia mantiene en cautiverio a un luchador social puertorriqueño como Raúl López Rivera, preso en ese país desde hace más de 30 años por expresar su deseo de independencia para su pueblo.
A una semana de ese cínico discurso, los bombarderos norteamericanos destruyen “por equivocación” un hospital en la ciudad afgana de Kunduz con el horrendo saldo de al menos dos decenas de muertos y una treintena de heridos de gravedad, amén de los incuantificables daños materiales que el ataque causó.
Como siempre, las bombas caen donde no tienen que caer y las víctimas son seres humanos inocentes que nada tienen que ver con la injusticia de las guerras desatadas por el imperio a su más arbitrario antojo.
También como siempre, el único castigo es una impúdica disculpa diplomática ofrecida por el Presidente norteamericano o por sus voceros del Departamento de Estado. Se trata de eventos que Obama justifica en nombre de su seguridad y la de sus aliados, elevando a cuatro las veces que ha pedido disculpas este año por las muertes “accidentales” que sus marines causan en el mundo. Pero no son disculpas lo que el mundo quiere. Sino que, si así va a ser la defensa de la libertad, mejor será… ¡que no la defienda más!
@soyaranguibel / ÚN
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lunes, 28 de septiembre de 2015
José Vicente Rangel: Peligroso autoengaño
1 Sobre los actos realizados por la oposición el sábado 19 de este mes en Caracas y ciudades del interior, conviene reflexionar. Tanto a la oposición como al chavismo. Porque un análisis sesgado de lo sucedido puede dar pie a un peligroso autoengaño. Me explico, si la oposición considera que lo que ocurrió ese día es un éxito, está incurriendo en un grave error. Lo mismo pasa con el chavismo: si de la escasa concurrencia de la oposición deduce su derrota electoral, incurre en una ligereza. La percepción que se tenga del intento opositor por retomar la calle, cuenta para evaluar las posibilidades futuras de cada sector en las parlamentarias del 6-D.
2 Si la manifestación opositora, convocada con todos los hierros -incluida la motivación de protestar la decisión judicial contra López-, se la juzga por la asistencia, el resultado no pudo ser más decepcionante para la MUD, Voluntad Popular y El Nacional que se la jugó a fondo. Fue un evento que repitió, en mayor escala -dado el énfasis y recursos empleados para motivar la asistencia-, fracasos anteriores. Que confirmó el cómo funciona la MUD, con el liderazgo y el discurso que tiene, en vez de atraer suscita rechazo o indiferencia. En concreto, a la luz de las últimas experiencias, perdió la calle y carece de capacidad para recuperarla. El fracaso es tal que un medio español, El País -antivenezolano hasta los tuétanos-, reseñó la actividad así: “La indignación opositora por la reciente condena a más de 14 años de prisión de Leopoldo López, apenas alcanzó este sábado para reunir a unos cuantos centenares de personas en una cuadra del este de Caracas en contra de lo que se esperaba”. La reseña remata con lo siguiente: “en el evento no participó el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles Radonsky”. Si los dirigentes opositores estiman que obtuvieron un éxito ese día, premonitorio de una próxima victoria electoral, allá ellos si quieren vivir en una burbuja y eludir la realidad. Sin embargo, me atrevo a decir que si el chavismo considera que el mandado está hecho porque la oposición carece de calle y fracasa en cada convocatoria a manifestar; que es un enemigo que marcha fatalmente hacia la derrota electoral el 6-D, comete un error.
3 Cierto: la oposición es un desastre. No tiene capacidad para competir con una fuerza tan poderosa, coherente y dirigida con acierto en el terreno electoral, como el chavismo. Hoy por hoy, la diferencia entre uno y otro sector es más evidente, dadas las característica de los comicios de diciembre, en circuitos donde es obvia la ventaja organizativa y el implante del chavismo. Pero apostar solo a esta ventaja no es aconsejable. Porque el antichavismo tiene otra manera de expresarse. Su conducción no tiene capacidad de convocatoria, pero la masa opositora sí la tiene para concurrir a votar. Tiene la obsesión de derrotar al chavismo, y para eso no necesita manifestaciones en la calle, que hasta ahora no le han resultado, que desgastan, o derivan en violencia. El descontento, producto del malestar económico, cuenta. Pero así como no se debe desdeñar, tampoco se debe magnificar. El voto, hoy día, es esencialmente político. Poner de lado mitos y fantasías es lo recomendable en las actuales circunstancias. Y aguardar con serenidad el resultado.
LABERINTO
La ofensiva en la región contra la opción democrática, con fuertes contenidos sociales, avanza peligrosamente. Antes la burguesía le recomendaba a los movimientos populares que abandonaran la lucha armada -cuando adoptaban esa vía-, y optaran por trabajar en el terreno legal. Que asumieran el sufragio y desecharan otros caminos. Finalmente, el movimiento popular, la izquierda en sus diversos matices, tomó en cuenta el consejo y comenzó a cosechar éxitos. Uno fue el de Allende, que derrotó a la esclerosada derecha chilena. Pero la experiencia de esa victoria no fue asimilada democráticamente y, de inmediato, se montó la conjura de la reacción y EE.UU que desembocó en el cruento golpe de Pinochet. Es decir, que la respuesta al intento de la izquierda por legitimarse a través del sufragio, significó la adopción por su adversario del tortuoso camino de la violencia. Luego se sucedieron otros episodios con iguales características…
El acceso de Chávez a la presidencia acarreó la puesta en práctica por la derecha desalojada del poder y la injerencia norteamericana, de la estrategia de la “conspiración permanente” con expresiones como el 11-A, el sabotaje petrolero y la guarimba…
En Paraguay, un presidente electo por el pueblo, Fernando Lugo, fue desalojado del gobierno mediante un golpe parlamentario tramado por la ultra derecha…
En Honduras sucedió igual: un presidente progresista, Zelaya, fue derrocado…
En Nicaragua y El Salvador sus mandatarios, Ortega y Sánchez Ceren, son acechados a diario…
En Ecuador, el presidente Correa es acosado por constantes intentos golpistas…
En Bolivia, Morales encara un proceso subversivo que no cesa, pese a las reiteradas victorias electorales del presidente…
En Brasil, la derecha se quitó la máscara democrática y se trazó como meta impedir que la presidenta Rousseff culmine el mandato…
En Argentina, a Cristina Kirchner la oligarquía no le da tregua con persistentes intentos por derrocarla…
En Chile, con motivo del nuevo mandato de Bachelet, la derecha y los restos insepultos del pinochetismo, la mantienen en jaque y piden su renuncia. A tal extremo llega la situación que Isabel Allende, presidenta de la Nueva Mayoría, declaró: “Hay bastantes componentes de sedición contra la presidenta y denuncio una ofensiva opositora para desestabilizarla”. La madre de Bachellet, Angela Jeria, advierte que “las criticas a la presidenta le recuerdan los últimos tiempos de Allende”…
¿Acaso esta situación no es la que vive el gobierno constitucional y democrático de Nicolás Maduro? Es la misma. Con matices, y aún más inquietante por la condición antidemocrática de la oposición y el descaro con que actúa el gobierno de EEUU. La acción concertada, dentro y fuera del país, que desconoce el origen del mandato de Maduro y los avances sociales, políticos e institucionales del proceso bolivariano, es parte del guión desestabilizador que los sectores ultras de la región reciclan, irrespetando principios del orden internacional como la no intervención y la ejecución de políticas fundadas en valores democráticos, de respeto a la voluntad popular expresada a través del sufragio. En este contexto, el caso venezolano es emblemático. De lo que ocurra aquí dependerá el futuro de la democracia en la región. Su estabilidad o su desplome…
Un libro que recomiendo: Mujica, una Biografía Inspiradora, de Allan Percy, experto en manuales de superación personal. Semblanza del expresidente uruguayo que resume su pensamiento. Los rasgos de su vida y la sabiduría que emana de él. Plasmada en frases impactantes como esta: “No hay milagro, eso es pura poesía, y fantasía, tu progreso sale del trabajo, del compromiso, de la ciencia, de la seriedad, del levantarse todos los días y volver a empezar, y sentir una derrota. Finalmente, tengo el derecho para gritar que en este mundo derrotados son solo aquellos que dejan de luchar”. O esta: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son”. Compendio de lecciones de un hombre que vive con intensidad, en función de valores, la lucha política…
El encuentro Maduro-Santos, ¡positivo! Pero “amanecerá y veremos” en cuanto al cumplimiento de lo acordado. Un compromiso que corre el riesgo de decepcionar. Ahora las partes están más comprometidas.
ÚN
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2 Si la manifestación opositora, convocada con todos los hierros -incluida la motivación de protestar la decisión judicial contra López-, se la juzga por la asistencia, el resultado no pudo ser más decepcionante para la MUD, Voluntad Popular y El Nacional que se la jugó a fondo. Fue un evento que repitió, en mayor escala -dado el énfasis y recursos empleados para motivar la asistencia-, fracasos anteriores. Que confirmó el cómo funciona la MUD, con el liderazgo y el discurso que tiene, en vez de atraer suscita rechazo o indiferencia. En concreto, a la luz de las últimas experiencias, perdió la calle y carece de capacidad para recuperarla. El fracaso es tal que un medio español, El País -antivenezolano hasta los tuétanos-, reseñó la actividad así: “La indignación opositora por la reciente condena a más de 14 años de prisión de Leopoldo López, apenas alcanzó este sábado para reunir a unos cuantos centenares de personas en una cuadra del este de Caracas en contra de lo que se esperaba”. La reseña remata con lo siguiente: “en el evento no participó el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles Radonsky”. Si los dirigentes opositores estiman que obtuvieron un éxito ese día, premonitorio de una próxima victoria electoral, allá ellos si quieren vivir en una burbuja y eludir la realidad. Sin embargo, me atrevo a decir que si el chavismo considera que el mandado está hecho porque la oposición carece de calle y fracasa en cada convocatoria a manifestar; que es un enemigo que marcha fatalmente hacia la derrota electoral el 6-D, comete un error.
3 Cierto: la oposición es un desastre. No tiene capacidad para competir con una fuerza tan poderosa, coherente y dirigida con acierto en el terreno electoral, como el chavismo. Hoy por hoy, la diferencia entre uno y otro sector es más evidente, dadas las característica de los comicios de diciembre, en circuitos donde es obvia la ventaja organizativa y el implante del chavismo. Pero apostar solo a esta ventaja no es aconsejable. Porque el antichavismo tiene otra manera de expresarse. Su conducción no tiene capacidad de convocatoria, pero la masa opositora sí la tiene para concurrir a votar. Tiene la obsesión de derrotar al chavismo, y para eso no necesita manifestaciones en la calle, que hasta ahora no le han resultado, que desgastan, o derivan en violencia. El descontento, producto del malestar económico, cuenta. Pero así como no se debe desdeñar, tampoco se debe magnificar. El voto, hoy día, es esencialmente político. Poner de lado mitos y fantasías es lo recomendable en las actuales circunstancias. Y aguardar con serenidad el resultado.
LABERINTO
La ofensiva en la región contra la opción democrática, con fuertes contenidos sociales, avanza peligrosamente. Antes la burguesía le recomendaba a los movimientos populares que abandonaran la lucha armada -cuando adoptaban esa vía-, y optaran por trabajar en el terreno legal. Que asumieran el sufragio y desecharan otros caminos. Finalmente, el movimiento popular, la izquierda en sus diversos matices, tomó en cuenta el consejo y comenzó a cosechar éxitos. Uno fue el de Allende, que derrotó a la esclerosada derecha chilena. Pero la experiencia de esa victoria no fue asimilada democráticamente y, de inmediato, se montó la conjura de la reacción y EE.UU que desembocó en el cruento golpe de Pinochet. Es decir, que la respuesta al intento de la izquierda por legitimarse a través del sufragio, significó la adopción por su adversario del tortuoso camino de la violencia. Luego se sucedieron otros episodios con iguales características…
El acceso de Chávez a la presidencia acarreó la puesta en práctica por la derecha desalojada del poder y la injerencia norteamericana, de la estrategia de la “conspiración permanente” con expresiones como el 11-A, el sabotaje petrolero y la guarimba…
En Paraguay, un presidente electo por el pueblo, Fernando Lugo, fue desalojado del gobierno mediante un golpe parlamentario tramado por la ultra derecha…
En Honduras sucedió igual: un presidente progresista, Zelaya, fue derrocado…
En Nicaragua y El Salvador sus mandatarios, Ortega y Sánchez Ceren, son acechados a diario…
En Ecuador, el presidente Correa es acosado por constantes intentos golpistas…
En Bolivia, Morales encara un proceso subversivo que no cesa, pese a las reiteradas victorias electorales del presidente…
En Brasil, la derecha se quitó la máscara democrática y se trazó como meta impedir que la presidenta Rousseff culmine el mandato…
En Argentina, a Cristina Kirchner la oligarquía no le da tregua con persistentes intentos por derrocarla…
En Chile, con motivo del nuevo mandato de Bachelet, la derecha y los restos insepultos del pinochetismo, la mantienen en jaque y piden su renuncia. A tal extremo llega la situación que Isabel Allende, presidenta de la Nueva Mayoría, declaró: “Hay bastantes componentes de sedición contra la presidenta y denuncio una ofensiva opositora para desestabilizarla”. La madre de Bachellet, Angela Jeria, advierte que “las criticas a la presidenta le recuerdan los últimos tiempos de Allende”…
¿Acaso esta situación no es la que vive el gobierno constitucional y democrático de Nicolás Maduro? Es la misma. Con matices, y aún más inquietante por la condición antidemocrática de la oposición y el descaro con que actúa el gobierno de EEUU. La acción concertada, dentro y fuera del país, que desconoce el origen del mandato de Maduro y los avances sociales, políticos e institucionales del proceso bolivariano, es parte del guión desestabilizador que los sectores ultras de la región reciclan, irrespetando principios del orden internacional como la no intervención y la ejecución de políticas fundadas en valores democráticos, de respeto a la voluntad popular expresada a través del sufragio. En este contexto, el caso venezolano es emblemático. De lo que ocurra aquí dependerá el futuro de la democracia en la región. Su estabilidad o su desplome…
Un libro que recomiendo: Mujica, una Biografía Inspiradora, de Allan Percy, experto en manuales de superación personal. Semblanza del expresidente uruguayo que resume su pensamiento. Los rasgos de su vida y la sabiduría que emana de él. Plasmada en frases impactantes como esta: “No hay milagro, eso es pura poesía, y fantasía, tu progreso sale del trabajo, del compromiso, de la ciencia, de la seriedad, del levantarse todos los días y volver a empezar, y sentir una derrota. Finalmente, tengo el derecho para gritar que en este mundo derrotados son solo aquellos que dejan de luchar”. O esta: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son”. Compendio de lecciones de un hombre que vive con intensidad, en función de valores, la lucha política…
El encuentro Maduro-Santos, ¡positivo! Pero “amanecerá y veremos” en cuanto al cumplimiento de lo acordado. Un compromiso que corre el riesgo de decepcionar. Ahora las partes están más comprometidas.
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