Trincheras de Ideas
¿Cómo interpretar el hecho de que el compatriota Ricardo Sánchez y un grupo de jóvenes derechistas abandonarán las filas del fascismo y se hayan venido al campo de la Revolución cuando estuvo como un incendiario enfrentando al Comandante Chávez?
La dirección de nuestro Partido y de la Revolución dio un inesperado giro estratégico y le abrió las puertas a ese grupo de jóvenes, enemigos acérrimos hasta no hace mucho tiempo, ¿a qué obedeció esa apertura con estos enemigos de ayer, qué otras motivaciones no dichas o aparentemente no perceptibles motivó ese delicado paso que cayó como balde de agua fría en diversos sectores del campo revolucionario.
¿Podemos pensar que en Ricardo Sánchez y sus compañeros se ha venido produciendo un cambio político, una reflexión que los hace superar su pensamiento político derechista, avergonzados y arrepentidos de las infames y canallescas conductas del sector fascista donde actuaban?
Es viejo el dicho: “Rectificar es de sabios”. ¿No rectificó el actual gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, después de haber abandonado las filas de la revolución, de haberse incluso enfrentado al Comandante Chávez en las elecciones después de la Asamblea Constituyente y aprobadas en la CRBV. Arias se hizo entonces, allá por el 2006 o el 2007 una fuerte autocrítica, de película fue la entrevista que por VTV le hizo el periodista Villegas. Reconoció aquella desafortunada pasantía por los meandros de la derecha y expresó su vergüenza por ello.
No fue Arias Cárdenas el único, varios han sido los casos, pero uno de los más notorios y relativamente reciente fue el del diputado William Ojeda. Cuadro de primera línea de la derecha, sagaz, inteligente se aplicó a fondo contra el proceso revolucionario, pero también en él se produce una mutación, un positivo cambio y una ruptura y un convencimiento de las bondades de nuestro Comandante Supremo, del programa de la Revolución. ¿Se hizo, como Arias, una autocrítica, reconoció que había cometido errores políticos graves al enfrentar y combatir el proceso revolucionario? Suponemos que si aunque no las conocemos, no obstante su conducta en el parlamento coincidiendo plenamente con las políticas de la revolución y de la mayoría bolivariana evidencia que asumió el programa revolucionario y el apoyo al presidente Maduro.
Viene ahora el caso de Ricardo Sánchez. Ese proceso no es de ahorita, viene desde hace algunos meses donde con un discurso nacionalista, antimperialista incluso como lo demostró al rechazar abiertamente el Decreto de Obama que la derecha de la que proviene sumisamente aceptó. Más recientemente, cuando el tema de la Guayana Esequiba tomó cuerpo y la derecha lo utilizó para atizar la confrontación militar entre las dos naciones, Sánchez tomó partido por la posición firme, diplomática y pacifista del gobierno revolucionario y del presidente Maduro que se ha manejado con gran habilidad y madurez política.
¿Por qué se le da lo que puede parecer una concesión al grupo que encabeza Ricardo Sánchez? ¿Es suficiente que haya abandonado las filas del fascismo y asuma el programa nacional/antimperialista de la Revolución Bolivariana? ¿Es un mal cálculo político por parte de la dirección del Psuv?
¿Podemos pensar que tanto Ojeda como Sánchez tienen tras de sí un apoyo social significativo, un ascendiente sobre sectores juveniles, estudiantiles, de la clase media que incremente los votos bolivarianos, que pueda hacerle un boquete significativo a los sectores derechistas en su volumen de votos?
No es sólo que esos sectores hayan abandonado las filas de la ultra derecha y el fascismo, lo que es un hecho de gran importancia, de eso no hay dudas, porque demuestra que el mensaje de la Revolución de una manera u otra está llegando a sectores no solo del proletariado, del campesinado, de los vecinos y sectores juveniles; está llegando a sectores –lo que aún es muy incipiente– de la pequeña burguesía que se comienza a sustraer de la orientación y dominio político e ideológico de la burguesía y del imperialismo. No podemos dejar de tomar en cuenta el carácter fascista, terrorista de voluntad popular, de primero justicia. Recordemos que hace muy poco tiempo, cuando comenzaron las guarimbas y “la salida” se descubrió que Julio Borges y el vámpiro Ledezma planearon asesinar a Leopoldo López, por ello el paso tanto de Ojeda, de Sánchez y los demás compatriotas es un paso valiente no exento de peligros.
Ahora ubiquémonos en el cuadro político actual, es decir, estamos en un proceso electoral donde a las fuerzas de la Revolución bolivariana y chavista le interesa sumar todos los votos posibles porque la derecha convirtió las elecciones del 6 de diciembre en el desiderátum que lleva a un aberrante y asqueroso personaje que es Mandinga Torrealba a pregonar abiertamente que de ganar la mayoría de diputados de la Asamblea Nacional van a dar un golpe parlamentario, y no va a quedar piedra sobre piedra de la legalidad bolivariana. Carmona se quedó pendejo al lado de estos fascinerosos, sus hijos predilectos.
La política es un arte y una ciencia. Lo que estamos viviendo por parte de la dirección política revolucionario, el giro político de abrirle las puertas de la revolución a sectores jóvenes de la derecha, fascistas incluso, arrepentidos, cuando estamos en presencia del intento de un golpe permanente, continuado, de una conspiración que no cesa, de terrorismo activo a través de bandas terroristas paramilitares colombianas, no debe desestimarse. De una implacable guerra económica que tiene desesperada a muchos sectores populares. Es un paso audaz, sin dudas, que estimo debe ser más explicado por el Presidente Maduro para hacerlo más comprensivo y entendible para sectores de la Revolución, pero también hay que ver que es un golpe a la derecha, a ese ser vil y monstruoso que es María Maliche Machado, cuadro fundamental del imperio yanqui, de la cual Sánchez era el diputado suplente. Evidentemente eso la descentró, le quitó fuerza porque ese joven lo estaban preparando para presentarlo como parte del nuevo liderazgo del que hoy carece la derecha venezolana.
Debemos suponer y esperar que ese grupo hará un trabajo político/electoral para traer al campo revolucionario la mayor cantidad posible de votos o neutralizar y abstener a algunos otros. Ellos tienen un gran reto, esperemos no sea en balde el paso que dieron y el apoyo que les está dando la revolución. (07/08/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)
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